Cuando recibes un diagnóstico de VIH, es probable que pienses que nunca más podrás encontrar una pareja (emocional o sexual) y te invada el miedo al rechazo. El tiempo te demostrará que te equivocas, pero por ahora debes saber que es totalmente normal sentirte así.
Las cosas pueden empeorar si, por fin, decides volver a salir con alguien en plan de pareja y ese alguien te rechaza al enterarse de que vives con el VIH. ¡Tu profecía se cumplió! Pero antes de encerrarte a piedra y lodo o ponerte un cinturón de castidad para siempre, pregúntate ¿qué puedes hacer ante este escenario? Aquí te lo decimos.
La desinformación es la causa
Cuando experimentas el rechazo de alguien que te gusta debido a tu diagnóstico, es natural sentir tristeza o desilusión. Sin embargo, recuerda siempre que ese rechazo no define tu valor ni tu capacidad para tener relaciones significativas. Tampoco significa que nadie querrá tener sexo contigo o que nadie podría enamorarse de ti; es solo la opinión de una persona que, muy probablemente, no está bien informada sobre el VIH.
Piensa que el rechazo no necesariamente es algo personal. Es decir, no te están rechazando a ti, sino a tu diagnóstico, y más exactamente, lo que creen que implica tu diagnóstico.
Muchas veces, las personas que rechazan a alguien con VIH lo hacen por miedo o desinformación. No comprenden lo que significa vivir con VIH hoy en día y eso genera prejuicios, pero eso no refleja quién eres ni lo que puedes ofrecer en una relación.
Ten presente que el VIH no define tu capacidad de amar ni recibir amor, como tampoco la de ser deseable y vivir una vida sexual plena. Un diagnóstico no elimina la posibilidad de tener una relación afectuosa, sana y plena (incluso si es algo pasajero). De hecho, muchas personas con VIH tienen parejas amorosas que entienden su condición y están dispuestas a apoyarlas. El amor y la intimidad no terminan con el VIH.
No dejes que el rechazo te arrastre
Lo anterior no pretende justificar el rechazo, sino simplemente comprender de dónde viene. En todo caso, estás en todo tu derecho de sentirte mal por la situación. Valida tus propias emociones, no las niegues o reprimas. Es normal sentirse herido cuando alguien que te interesa no puede ver más allá de tu diagnóstico. Permítete sentir tristeza, enojo o frustración, pero no te quedes atrapado en esos sentimientos. Con el tiempo, es muy importante entender que la reacción de esa persona es un reflejo de su falta de conocimiento, no de tu valor.
Puede ayudarte mucho buscar apoyo en personas cercanas o en grupos de otras personas que viven con VIH. Compartir tus sentimientos con amigos, familia o incluso en terapia puede facilitar el manejar el rechazo. Hablar con personas que han vivido experiencias similares puede darte una perspectiva renovada y recordarte que este camino no tiene por qué recorrerse en soledad.
La vida te espera allá afuera
Educar a los demás sobre el VIH también podría ser parte del proceso, siempre y cuando te sientas cómodo o cómoda con eso (que no es tu obligación). Podrías intentar hablar con la persona que te rechazó para explicarle más sobre el VIH, como el hecho de que las personas con VIH que siguen su tratamiento logran una carga viral indetectable y no pueden transmitir el virus a sus parejas sexuales. Este es un dato que podría cambiar la perspectiva de quienes no conocen la ciencia detrás del VIH.
Sin embargo, también es crucial aceptar que no todas las personas están listas para esa conversación o para cambiar sus creencias. Si alguien no está dispuesto a aprender o a superar sus miedos, no significa que nunca encontrarás a alguien que sí lo esté. En lugar de ver este rechazo como un fracaso, considéralo como una oportunidad para buscar una relación más sólida y con alguien que te valore completamente.
El rechazo puede ser doloroso, pero no debe hacerte perder la esperanza en el amor (¡y en el sexo!). En el mundo hay muchas personas que sí se han liberado de prejuicios y siempre existe la posibilidad de encontrar a alguien que te acepte tal como eres. Esas oportunidades, muchas veces, surgen cuando menos te lo esperas.
Recuerda que en AHF Panamá brindamos servicios de VIH para todas las personas, en un ambiente profesional y libre de discriminación. Acércate a nuestras oficinas o escríbenos por Whatsapp y conócenos.