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Tu estatus de VIH es una información personal que muchas veces presenta dilemas. Revelarlo o no, en qué momento y a quiénes, es una decisión importante que puede acarrear preocupaciones.

Es natural que experimentes temor y ansiedad sobre las posibles reacciones que lleguen a surgir al compartir tu diagnóstico.

Evalúa la situación

La divulgación del estatus de VIH es un tema de gran importancia y sensibilidad en la vida de quienes viven con esta condición. La decisión de compartir esta información con otras personas puede generar preocupación y ansiedad debido a que, muchas veces, no se sabe qué esperar.

En este contexto, hay que comprender que no existen reglas estrictas sobre cómo o cuándo compartir dicho diagnóstico, ya que esta elección es completamente personal y forma parte del proceso de adaptación individual.

A lo largo de este texto, exploraremos los aspectos que San Francisco AIDS Foundation considera que son esenciales sobre la divulgación del estatus de VIH, así como consejos útiles para abordar esta importante conversación con familiares, amistades y el entorno cercano.

Tu estatus de VIH es información privada

Sin embargo, muchas personas encuentran que hablar abiertamente sobre su condición resulta liberador, en especial al compartir con las personas cercanas con las que conviven o se relacionan.

Afortunadamente, en la época actual, gracias al avance a los avances de la tecnología, la aceptación y el apoyo hacia quienes viven con el VIH son más frecuentes. Sin embargo, es común que algunas personas opten por revelar su estatus sólo a ciertas personas de confianza, mientras que otras deciden no compartirlo con nadie.

Al final, la salud de cada quien es un asunto privado y no es obligatorio compartirlo si así se prefiere.

Algunas ventajas

Para quienes han recibido recientemente el diagnóstico de VIH, puede ser beneficioso buscar el apoyo de personas de confianza con quienes puedan hablar. Hay quienes encuentran útil participar en grupos de apoyo para ganar confianza al momento de compartir información sobre su condición, mientras que otros prefieren conectarse con personas en situaciones similares en la clínica donde reciben tratamiento.

Es importante recordar que no hay presión para contarle a todo el mundo de inmediato. Cada persona debe hacer lo que considera correcto y buscar el apoyo de individuos comprensivos y solidarios.

Sin embargo, si decides hablarlo abiertamente, puedes encontrar varias ventajas. En primer lugar, podrías ganar el apoyo emocional de personas que te escuchen y te reconforten.

En segundo lugar, recuerda que hablar sobre un problema suele bajar la carga de estrés, lo que da descanso a tu mente y reduce la ansiedad. Además, si te acercas a otra persona (o personas) que también viven con el VIH, puedes gozar de la comprensión de quienes se encuentran en la misma situación, y pueden compartir contigo sus historias y cómo han vivido la experiencia

Finalmente, hablar de tu estatus de VIH puede ayudarte a obtener ayuda concreta, como contar con alguien que te acompañe a las citas médicas, que te recuerde la hora de tomar los medicamentos o que te ayude a aliviar los malestares físicos que pueden presentarse durante los primeros días de tratamiento (como náuseas o diarreas).

Posibles desventajas

Pero tampoco podemos ser 100% optimistas. El VIH aún está rodeado de prejuicios, estigma y discriminación, por lo que las reacciones de algunas personas en tu entorno podrían ser negativas.

Por ejemplo, si algunas personas no tienen información científica sobre el VIH, esto puede provocar que te juzguen. También hay quienes aún no saben que el VIH es perfectamente tratable, por lo que pudieran tener mucho miedo por su salud y lo vean como una catástrofe.

En otros casos, también podrías toparte con el silencio, pero esto no siempre es porque los demás quieran alejarse, sino simplemente puede que no sepan qué decir. Es normal que a tus seres cercanos también les tome tiempo procesar la noticia.

Con todo, igual deberías tomar en cuenta que compartir tu estatus de VIH con ciertas personas puede generar problemas de privacidad, pues éstas podrían divulgarlo sin tu consentimiento.

Si decides hablar de tu estatus de VIH, prepárate

Para aquellas personas que consideran revelar su estatus a familiares y amistades, es recomendable tener en cuenta varios aspectos, como buscar un lugar y un momento adecuados para la conversación.

También debes prepararte mentalmente, anticipando las posibles reacciones, así como prepararte para responder preguntas. Además, es útil tener recursos disponibles, como folletos, videos o páginas web, para proporcionar información adicional si lo consideras necesario.

Recuerda que vivir con VIH no significa pasar por ello en soledad. En AHF Panamá podemos ayudarte a comenzar con la atención médica y el tratamiento que necesitas. Si todavía no nos conoces, acércate a nuestras oficinas o escríbenos por Whatsapp y haz una cita hoy.

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