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La estrategia conocida como test & treat, o probar y tratar, consiste en iniciar el tratamiento antirretroviral tan pronto como una persona es diagnosticada con VIH, y se ha demostrado que es la mejor medida para que esa persona mantenga la infección bajo control y evite las complicaciones relacionadas.

A inicios de este siglo, cuando los tratamientos tenían relativamente poco tiempo de existencia, se solía esperar a que el sistema inmunológico estuviera deteriorado para iniciar con el tratamiento. Vale la pena recordar que en aquel momento los medicamentos antirretrovirales tenían más efectos secundarios y eran poco prácticos de tomar.

Conforme avanzó la investigación en el tema y se crearon medicamentos más prácticos y con menos efectos adversos, se descubrió que iniciar el tratamiento aun con un sistema inmunológico sano traía beneficios en dos sentidos: la persona mantenía fuerte su sistema de defensa y, a la vez, podía disminuir la cantidad de virus en su sangre, al grado de que era menos probable que infectara a otros por la vía sexual.

Un paso natural

Una investigación publicada recientemente en la revista médica Open Forum Infectious Diseases reveló que las personas que viven en entornos urbanos y que son diagnosticadas con VIH perciben de forma positiva el comienzo de la terapia antirretroviral inmediatamente después del diagnóstico.

Según lo reporta el sitio web del Grupo de Trabajo sobre Tratamientos del VIH (gTt-VIH), se ha estudiado muy poco sobre la opinión de las personas con VIH sobre el inicio inmediato del tratamiento.

El estudio se realizó en las ciudades de San Francisco y Chicago, Estados Unidos e incluyó a 40 personas que tenía entre 19 y 52 años de edad; el 85% de las y los participantes eran de minorías étnicas.

A través de entrevistas, los investigadores encontraron que las personas no veían el inicio del tratamiento como algo que realmente tuvieran que elegir, sino como un paso lógico y natural de la situación. Esto podría explicar por qué el 90% de ellas comenzaron a tomar medicamentos dentro de los 7 días siguientes al diagnóstico.

Algunos participantes también vieron el inicio del tratamiento como un “alivio emocional” frente al miedo a tener problemas serios de salud, y otros se sintieron apoyados en las consultas médicas donde les prescribieron por primera vez los medicamentos.

Entre las personas que no quisieron iniciar tratamiento de inmediato hubo razones diversas, desde la duda ante el resultado positivo (tomaron tiempo para hacerse una segunda prueba) hasta barreras logísticas como la falta de medicamentos en la farmacia, falta de un hogar o desempleo, pasando por una persona que temía a los efectos secundarios de los fármacos.

En general, los autores observaron que el inicio inmediato del tratamiento entre estas personas de entorno urbano era percibido de forma positiva, como la acción más sensata que se puede tomar después del diagnóstico, y que les brinda la confianza de estar cuidando su estado de salud.

Si tú o alguien que conoces ha sido diagnosticado con VIH, es importante que inicie el tratamiento cuanto antes. En AHF Panamá podemos ayudarte a seguir el proceso necesario para ello. Acércate a nuestras oficinas o escríbenos por Whatsapp.

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