El VIH puede traer varios problemas de salud a tu vida. Aun cuando comiences el tratamiento para mantener al virus bajo control, hay órganos y sistemas que pueden verse afectados, ya sea por el VIH o por el propio tratamiento. Por ello, desde que recibes el diagnóstico es importante vigilar tu salud de manera integral.
No olvides que las personas que viven con VIH ahora pueden llevar vidas largas y satisfactorias gracias a los avances en el tratamiento y la atención médica. Sin embargo, como cualquier persona, no puedes descuidar otros aspectos de tu salud, como el corazón, el hígado, los riñones y la salud mental.
Enfermedades cardiovasculares y diabetes
Según lo explica el sitio web POZ, dedicado a personas que viven con el VIH, el riesgo de problemas cardiacos, así como los niveles altos de colesterol y triglicéridos, puede ser mayor en personas con el virus que toman ciertos medicamentos.
Otros factores que pueden contribuir a los riesgos cardiovasculares incluyen una dieta inadecuada, el tabaquismo y la falta de ejercicio.
Por otro lado, cuando el nivel de glucosa en la sangre es alto y no se controla, puede provocar graves problemas de salud. Un estudio mostró que los hombres que toman medicamentos para el VIH tienen de cuatro a cinco veces más probabilidades de desarrollar diabetes que los hombres sin VIH.
Problemas de salud en hígado y riñones
La hepatitis C es común entre las personas con VIH ya que tiene la misma vía de transmisión (la sangre). Es una de las principales causas de muerte relacionada con el hígado en el mundo. Las hepatitis A y B también pueden causar complicaciones hepáticas graves en personas con VIH. Tu equipo médico debe verificar si tienes estas infecciones; si no, considera vacunarte contra las hepatitis A y B.
En cuanto a la salud renal, el VIH, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y algunos medicamentos pueden ejercer una presión adicional sobre tus riñones. La mejor prevención es el monitoreo regular a través de pruebas de laboratorio.
Cánceres no relacionados con el sida
Los cánceres que indican la presencia del sida (la etapa más grave de la infección por VIH) son menos comunes gracias a la efectividad de los tratamientos antirretrovirales. Sin embargo, los cánceres no relacionados con el sida, como el cáncer anal, hepático y pulmonar, están en aumento. Tu equipo médico debe estar atento a estos riesgos de salud.
Vigila tu salud integral
Para estar pendiente del buen funcionamiento de tu cuerpo, hay exámenes periódicos que puedes solicitar a tu equipo médico. Los principales son:
- Mamografía: Aunque no hay evidencia de que el cáncer de mama sea más común entre las mujeres con VIH, el riesgo aumenta con la edad. Se recomienda una mamografía anual para mujeres mayores de 50 años y cada uno o dos años para mujeres de 40 a 50 años.
- Pruebas de infecciones de transmisión sexual: Se recomiendan pruebas para sífilis, clamidia, gonorrea y herpes al iniciar la atención del VIH y, según las prácticas sexuales de cada persona, de forma regular.
- Exámenes de colon: Se recomienda que las personas con alto riesgo, incluyendo aquellas con VIH y un sistema inmunológico comprometido, deben hacerse una prueba de sangre oculta en heces y una sigmoidoscopia, así como una colonoscopia cada cinco a diez años.
- Densidad ósea: A medida que envejecemos, perdemos minerales óseos, lo que aumenta el riesgo de fracturas graves. Los medicamentos para el VIH y el propio virus pueden acelerar el debilitamiento de los huesos. Un estudio de densidad ósea puede determinar si tienes pérdida ósea temprana (osteopenia) o necesitas tratamiento para una enfermedad más avanzada (osteoporosis).
Vive sin problemas de salud por el VIH
Por último, pero no menos importante: cuida bien de tu salud mental. Las personas que viven con VIH pueden enfrentar diversos desafíos en esta área, incluyendo la depresión. Si no se trata, la depresión puede llevar a una baja autoestima, dificultades en el hogar y el trabajo, abuso de sustancias y poca adherencia al tratamiento del VIH.
Recuerda que vivir saludable es tu derecho y la atención del VIH debe ser integral. Si ya tienes un diagnóstico, pero no has iniciado tu tratamiento antirretroviral, o si lo suspendiste y quieres retomarlo, en AHF Panamá podemos ayudarte. Solo acércate a nuestras oficinas o escríbenos por WhatsApp y haz una cita ya.