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Romper las cadenas de transmisión del VIH está en tus manos. Cada persona, haciendo lo que tiene al alcance, puede poner un freno para evitar que el virus se siga transmitiendo. Aunque puede sonar muy desafiante, no es una misión imposible.

La cadena de transmisión del VIH no es otra cosa que la secuencia por la que una persona adquiere el virus y luego lo transmite a otra. No estamos hablando de una transmisión intencionada, simplemente decimos que, si alguien adquiere el VIH y no lo sabe, puede transmitirlo si no toma las medidas necesarias para evitarlo.

Así, las medidas que van a prevenir la transmisión en el último momento de esta cadena son individuales. Aprende cómo romper las cadenas a continuación.

Infórmate, pregunta, investiga

La primera línea de defensa contra el VIH es la educación. ¿Conoces cómo se transmite el virus y las maneras de prevenirlo? El virus se transmite por medio de algunos de los fluidos corporales, específicamente: sangre, semen y fluidos vaginales. Otros fluidos como la saliva, las lágrimas y el sudor no pueden llevar el VIH de una persona a otra.

El VIH no sobrevive en el ambiente ni en las superficies (a diferencia del coronavirus, por ejemplo), por lo que la convivencia cotidiana en el hogar, en la escuela o en el espacio de trabajo no representa ningún riesgo de transmisión.

Entonces, el VIH tiene tres vías principales de transmisión: (1) intercambio de agujas o jeringas usadas, (2) de una persona embarazada sin tratamiento la feto durante el embarazo, el parto o la lactancia, y (3) mediante las relaciones sexuales sin uso correcto de condones. Esto último nos lleva al siguiente punto.

Para romper las cadenas, usa siempre condón

La principal vía de transmisión del VIH en el mundo es la vía sexual. Por eso, la mejor herramienta que tienes a la mano para romper las cadenas de transmisión es el condón.

No importa si estás con una o más parejas íntimas, siempre que tengas vida sexual activa, el condón es altamente efectivo para evitar que el VIH pase de una persona a otra.

Usar un condón de manera correcta significa colocarlo tan pronto como el pene esté erecto y antes de que éste toque el cuerpo de la otra persona. Ya sea en la penetración anal o vaginal, el condón reduce significativamente el riesgo de transmisión del VIH.

Para retirarlo, hazlo cuando el pene todavía esté erecto, y suficientemente lejos del cuerpo de la otra persona como para que no haya salpicaduras de ningún fluido.

Hazte pruebas de VIH regularmente

Conocer tu estado serológico, es decir, saber si vives con VIH o no, es otra de las formas más efectivas para romper las cadenas de transmisión. Saber este dato te permite tomar acciones que te beneficiarán, primero, a ti, y después, a tu entorno.

Si has recibido un diagnóstico, puedes tomar de inmediato el tratamiento antirretroviral, lo cual permitirá extender tu vida y tu salud por mucho tiempo. Adicionalmente, puedes tomar la precaución de usar condón con tu pareja o parejas sexuales, y así evitas la transmisión.

Recibe tratamiento antirretroviral

Si te diagnostican con VIH, es momento de empezar a tomar el tratamiento antirretroviral, con lo que consigues dos beneficios. El primero es mantener bajo control el virus, impidiendo que se replique dentro de tu organismo y reduciéndolo hasta niveles indetectables, lo que te permite vivir más y mejor.

El segundo beneficio no es solamente para ti, sino también para otras personas. Si logras y mantienes niveles indetectables de VIH, es imposible que transmitas el virus por la vía sexual. Esto significa que, mientras tú te tratas, también ayudas a los demás.

Además, hoy en día los tratamientos son sencillos de tomar y tienen pocos efectos secundarios, por lo que ya quedaron atrás aquellas historias de medicamentos “agresivos” o con regímenes complicados.

Para romper las cadenas, trata cualquier otra ITS que aparezca

Tener una Infección de Transmisión Sexual (ITS) puede aumentar el riesgo de adquirir o transmitir el VIH. Por lo tanto, es importante hacerte pruebas regularmente para saber si tienes clamidia, gonorrea, sífilis, herpes o Virus del Papiloma Humano (VPH), por mencionar algunas, para entonces recibir tratamiento cuanto antes.

Estar al tanto de tu salud sexual no te exenta de usar condones, pero sí te da la tranquilidad de saber que no hay ninguna infección en tus genitales y, por tanto, debes mantener tus relaciones sexuales seguras para evitar que llegue algún virus, bacteria u hongo.

Profilaxis pre y post exposición, fármacos preventivos

¿Sabías que los medicamentos antirretrovirales, además de ser tratamiento, pueden usarse como prevención del VIH? A estas estrategias se les llama profilaxis post-exposición (PEP) o profilaxis pre-exposición (PrEP) al virus.

Como los nombres lo indican, la PEP se toma después de haberse expuesto al VIH, por ejemplo, si el condón se rompió durante la penetración o si viviste alguna agresión sexual. Mientras tanto, la PrEP se administra antes de exponerse al VIH, y en la actualidad es usada principalmente por personas que, por diversas razones, se encuentran más expuestas al VIH (no usan condón, tienen múltiples parejas sexuales o son parejas de alguien que vive con VIH y no tiene un nivel indetectable del virus).

Cuando los medicamentos se toman de forma continua, son muy efectivos para prevenir el VIH, aunque no están disponibles en todos los países o sistemas de salud.

Ahora ya lo sabes, al seguir estas precauciones y medidas, puedes contribuir de manera muy importante a romper las cadenas de transmisión del VIH. La educación, la prevención y el tratamiento son claves para detener al virus y mejorar la salud de las personas afectadas.

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