El autoexamen de las mamas es una medida importante para detectar el cáncer lo más pronto posible. Ya que muchas veces no te das el tiempo para acudir a una consulta médica, y pueden pasar meses o incluso años antes de que te sometas a una revisión, autoexplorar tus pechos es una buena manera de descubrir cualquier cambio o alteración.
¿Por qué deberías hacerte el autoexamen de mama?
Muchas instituciones médicas, como la Sociedad Americana de Cáncer, consideran que el autoexamen de mama no está entre las principales herramientas para detectar el cáncer de mama, ya que los tumores o malignidades deberían ser demasiado grandes como para ser identificados. Esto significaría que ha pasado tiempo suficiente como para que el cáncer avance, y en este caso no se puede hablar de detección temprana.
En contraste, la mastografía, es decir, la radiografía del seno, es el análisis médico que arroja la información más detallada y precisa para detectar el cáncer. Aun así, las asociaciones médicas que no recomiendan los autoexámenes de mama sí reconocen que familiarizarte con la apariencia y el tacto normal de tus senos permite que, ante cualquier anomalía, busques la atención médica que puede salvar tu vida.
También hay otras opiniones que argumentan que los autoexámenes de mama detallados son valiosos, ya que son convenientes y no tienen costo. Además, muchas personas que fueron diagnosticadas con cáncer de mama dijeron que encontrar un bulto en casa fue lo que las llevó al médico. Según el sitio web Breastcancer.org, hay estudios que han demostrado que alrededor del 25% o más de los cánceres de mama se detectan por primera vez de esta manera.
Identifica tu riesgo
Cuando hablamos de cáncer de mama, toma en cuenta que el autoexamen no reemplaza los otros métodos de detección, es decir, las mastografías, las ecografías o las resonancias magnéticas. Estos exámenes son diferentes y se usan de forma complementaria, ya que brindan distintos datos sobre el estado del problema.
Por otro lado, aunque es común asociar el cáncer de mama con la edad madura, es importante que un médico o médica haga una evaluación de tu riesgo personal de desarrollar cáncer, principalmente con base en tu historial clínico y tus antecedentes familiares. El Colegio Americano de Radiología recomienda que todas las mujeres sean evaluadas para saber si tienen un riesgo de cáncer de mama mayor que el promedio, y que esta evaluación se realice antes de los 25 años.
Autoexamen paso a paso
Para estar pendiente de la condición de tus mamas y sabiendo que no es la única forma en la que debes cuidarte, puedes aprender la mejor manera de realizar un atuoexamen. Esta prueba incluye mirar y palpar, que son dos herramientas que te darán una aproximación completa al estado de tus pechos.
Primero, párate frente a un espejo con las manos en las caderas. Observa:
- Que tus senos sean del tamaño, forma y color habituales.
- Que cada seno sea simétrico, sin distorsiones o hinchazón visible.
Algunos de los cambios que no deberían de estar presentes son:
- Hoyuelos, pliegues o protuberancias en la piel.
- Un pezón que haya cambiado de posición o un pezón que se hunde en lugar de sobresalir (pezón invertido).
- Enrojecimiento, dolor, sarpullido o hinchazón.
El siguiente paso es subir los brazos, colocando las manos detrás de la nuca, y observar de nuevo los mismos aspectos.
Toca y analiza
Todavía de pie frente al espejo, presiona tus pezones en busca de cualquier líquido, ya sea acuoso, lechoso, amarillo o sangre.
Ahora acuéstate. Palpa tus pechos con la mano del lado contrario, o sea, usa tu mano derecha para sentir tu seno izquierdo, y luego tu mano izquierda para sentir tu seno derecho. Presiona con las yemas de tus dedos, manteniendo los dedos planos y juntos. Muévelos en círculos pequeños. Todo esto es para verificar que no hay bultos o anormalidades.
Sigue un patrón para asegurarte de cubrir todo el seno. Por ejemplo, puedes comenzar en el pezón y moverte en círculos cada vez más grandes hasta llegar al borde externo del seno. También puedes ir de arriba hacia abajo, en filas, como si estuvieras cortando césped.
¿Qué hacer si encuentras un bulto o anomalía?
Lo primero es conservar la calma. Es frecuente que haya algunos bultos o áreas irregulares en las mamas, y la mayoría de los bultos resultan ser benignos (no cancerosos). Entre las posibles causas de bultos benignos están los cambios hormonales o alguna lesión.
Aun así, ve a consulta médica si en tu autoexamen encuentras un bulto u otro cambio. Esto es especialmente importante si el cambio dura más de un mes o aumenta de tamaño. Si menstruas, es posible que la alteración sólo esté presente durante tu periodo, por lo que conviene esperar a que termine para acudir al consultorio.
El cáncer de mama es una enfermedad que puede costar vidas, pero que se trata con éxito cuando se detecta de forma oportuna. No olvides estar pendiente de tu cuerpo para poder identificar cualquier signo irregular. El autocuidado es lo más importante.
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