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La seroconcordancia es un tema del que no se habla mucho, aun entre las personas para quienes esta información es primordial. El término se refiere a cuando dos personas que viven con VIH están en una relación de pareja. Este tipo de vínculos, idealmente, requiere de ciertas condiciones para que ambos se mantengan lo más saludables posible.

A diferencia de las parejas llamadas serodiscordantes, donde una de las personas vive con el VIH y la otra no, la seroconcordancia se refiere a dos personas que viven con VIH y son pareja. Esta situación puede haberse originado de diversas maneras.

Personas con VIH y vida en pareja

Puede ser que ambas personas reciban su diagnóstico de VIH ya estando en la relación de pareja, y decidan continuar juntas. Ahora que ambos saben su condición de salud, podrían dar por hecho que ya no deben preocuparse más por usar condón, puesto que ambos viven con el virus, pero en un momento veremos por qué esto no es más que un mito.

Otro posible escenario es que ambos, ya sabiendo su diagnóstico, se hayan conocido y convertido en pareja. De hecho, algunas personas con VIH prefieren establecer relaciones con otras personas que también viven con el virus, menciona el sitio web de la organización Terrence Higgins Trust. Esto porque parece ser más sencillo conocerse y es más cómodo no tener que dar explicaciones, pues ambos saben de lo que hablan.

Atención a la reinfección en la seroconcordancia

El primer punto al que hay que poner atención cuando estás en una pareja seroconcordante es la posibilidad de una reinfección. Como sabes, el VIH tiene distintas cepas, además de que según el tratamiento que haya llevado una persona, podría ser que se desarrollara resistencia a algún medicamento y, al transmitirse ese virus, llegue a la nueva persona ya siendo resistente.

De esta manera, si vives con VIH y tienes relaciones sexuales con otra persona que también tiene el virus, aun siendo tu pareja estable, es posible que cualquiera de los dos se reinfecte.

Ahora bien, la reinfección era un tema más preocupante cuando se sabía menos sobre el vínculo entre la carga viral y el potencial de infección. Ahora está bien documentado que si estás tomando medicamentos para el VIH y tienes una carga viral indetectable, no puedes transmitir el VIH.

Seroconcordancia y estatus indetectable

Las directrices internacionales de atención del VIH recomiendan actualmente que cualquier persona diagnosticada con VIH debería iniciar tratamiento cuanto antes, independientemente de su recuento de linfocitos CD4, unas células de defensa del cuerpo.

Esto significa que más personas comenzarán el tratamiento pronto y así lograrán una carga viral indetectable, por lo que, aunque la reinfección es un riesgo teórico, es poco probable.

Sin embargo, si tienes VIH resistente a los medicamentos, es más probable que el tratamiento no sea efectivo y no se logre disminuir la carga viral a niveles indetectables. En este caso, tu equipo médico te lo hará saber, y así podrás tomar la precaución de usar condón con tu pareja, aunque tengan seroconcordancia.

Así que ya lo sabes, si tienes una carga viral que sí es detectable o no sabes si la persona con la que estás tiene un nivel indetectable, usa condón para evitar la reinfección.

No todo es el VIH

Otro punto a considerar si tienes una vida sexual activa es la posibilidad de adquirir otra infección de transmisión sexual (ITS) además del VIH. Por esto, es importante protegerte cuando no tengas la seguridad de que tu pareja o tú están libres de infecciones.

Y en este punto viene una charla fundamental: la exclusividad sexual. Tú y tu pareja deben hablar y acordar si su relación será monógama (sin relaciones sexuales fuera de la pareja) o abierta (permitiendo el sexo con otras personas). Si no lo platican y simplemente asumen que la otra persona está de acuerdo, o si prefieren omitir el tema por no tener una pelea, pueden exponerse a riesgos innecesarios.

No se trata de juzgar, tanto las relaciones monógamas como las abiertas pueden traer beneficios y retos. Por ejemplo, algunas parejas en relaciones monógamas dicen que disfrutan sentirse comprometidos tanto física como emocionalmente con una sola persona. Una ventaja de la monogamia es que es poco probable que las ITS entren en escena. Sin embargo, alguno de los integrantes puede sentirse frustrado si tiene un deseo sexual mayor o menor que su pareja.

Por su parte, algunas parejas en relaciones abiertas dicen que disfrutan del sentido de libertad y variedad que esto puede traer, pero también puede resaltar cualquier sentimiento de celos o inseguridad dentro de la relación. La confianza mutua y la comunicación honesta son vitales tanto en las relaciones monógamas como en las abiertas.

Si ambas partes acuerdan la monogamia, es importante discutir qué sucedería si alguno de ustedes rompiera este acuerdo. Si cualquiera siente que debe ocultar el hecho de haber tenido sexo fuera de la relación, eso puede amenazar seriamente su vínculo.

Finalmente, usar condones con personas fuera de la relación hará menos probable que aparezcan ITS, aunque algunas pueden transmitirse a pesar del uso de condón y a través del sexo oral.

Recuerda que vivir con VIH no es un impedimento para seguir disfrutando tu vida sexual. Lo importante es tomar las mejores decisiones y alcanzar acuerdos que beneficien tanto tu vínculo emocional como tu salud y la de tu pareja. Si ya tienes un diagnóstico de VIH, pero no has iniciado tu tratamiento, en AHF Panamá podemos ayudarte. Acércate a nuestras oficinas o escríbenos por WhatsApp y conoce todos nuestros servicios.

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