Conocer a una persona con algún tipo de discapacidad puede ser un desafío. Ya sea que esa persona tenga afectada la movilidad, la vista o el oído, es probable que no hayas conocido mucha gente con esas características antes (asumiendo, claro, que tú no las tienes), por lo que todo será un aprendizaje.
Si consideras a esa persona atractiva en un sentido erótico, hay muchos temas importantes que tratar con ella antes de intentar un contacto sexual. Pero lo más importante es tratar de establecer una conversación respetuosa, donde plantees tus dudas de una manera honesta pero también sin prejuicios, y escuches las respuestas con atención.
Prejuicios que limitan
Muchas veces se da por hecho que las personas con discapacidad no pueden tener una vida sexual. Lo da por hecho el personal de salud, las escuelas o la sociedad en general, pero pocas veces se les pregunta a los directamente involucrados cómo viven esta parte de su existencia.
Este tipo de prejuicios puede afectar de forma importante a esta población, sobre todo porque los limita de tener una sexualidad más saludable. Por ejemplo, frente a aquellas personas que no tienen movilidad en las piernas, el personal de salud poco informado podría asumir que no necesita condones y que no tiene actividad sexual que involucre sus genitales. Esto no siempre es cierto, existen diversas condiciones que pueden llevar a alguien a una silla de ruedas, pero no todas ellas interfieren con la genitalidad.
Y en caso de que sí haya un problema con la sensibilidad de los órganos sexuales, hay que recordar que el erotismo no está limitado a ellos, por lo que la vida sexual puede desarrollarse con otras muchas partes del cuerpo.
Por otro lado, para las personas con discapacidad visual, la información sobre sexualidad (o sobre cómo protegerse de virus como el VIH) no siempre está disponible en el sistema Braille, así que podrían tener más dificultad para encontrar información adecuada a sus necesidades.
O para aquellos con discapacidad auditiva, el acercarse a los servicios de salud sexual para buscar condones o métodos anticonceptivos implica, por lo general, la pérdida de la privacidad, pues necesitan la compañía de alguien que conozca el lenguaje de señas y pueda traducir la conversación con el proveedor de servicios de salud.
Abre tu mente para disfrutar
Si estás interesado en compartir una vida sexual con alguien que tiene algún tipo de discapacidad, lo primero que necesitas es disposición para ampliar tu repertorio sexual, ya sea modificando la estimulación genital o enfatizando alguno de tus sentidos en específico, de modo que tanto tú como la otra persona obtengan la satisfacción que están buscando.
Los sonidos, las texturas, las caricias, la manipulación de unas u otras partes del cuerpo, los juegos de rol o muchas otras opciones pueden ayudarte a compartir y disfrutar con alguien que experimenta su cuerpo de una forma distinta a la tuya.
Y por supuesto, nunca olvides usar la protección necesaria para cada actividad, ya sea el condón para el coito o barreras o guantes de látex si van a utilizar las manos, la boca y otras zonas del cuerpo. Lo último que necesitas es preocuparte (o preocupar a tu pareja) por una infección de transmisión sexual.
Si quieres estar al tanto de tu salud sexual, en AHF Panamá te ofrecemos pruebas de VIH gratis y condones sin costo. Sólo acércate a nuestras oficinas o escríbenos por Whatsapp y resolveremos tus dudas.