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La ciencia demuestra que la terapia antirretroviral es beneficiosa para las personas que viven con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) suprimido, por lo que es importante hacer este tratamiento más accesible a la población con el virus.

Así quedó confirmado por investigadores de  Brigham and Women’s Hospital en Boston (Estados Unidos), quienes en colaboración con otros científicos de Sudáfrica y Países Bajos realizaron un estudio comparativo sobre la esperanza de vida que tienen las personas con el virus suprimido y no suprimido con personas no infectadas por el VIH.

Los análisis de datos, publicado el pasado 27 de septiembre en la revista científica The Lancet HIV, han evidenciado lo que se preveía -que las personas que recibían medicación antirretroviral vivirían considerablemente más tiempo y con menos discapacidades que las que no tenían el VIH suprimido.

Esta investigación ilustra el papel de la terapia antirretroviral en el envejecimiento saludable y la importancia que sigue teniendo para las organizaciones internacionales de salud global proporcionar tratamiento contra el VIH a las personas de todo el mundo.

Jennifer Manne-Goehler, de la División de Enfermedades Infecciosas,  de Brigham and Women’s Hospital e investigadora principal del estudio, sostuvo que fue muy emocionante descubrir, que a nivel de la población, el logro de altas tasas de supresión viral entre las personas con el VIH no únicamente conduce a un aumento de la esperanza de vida, sino también a un envejecimiento más saludable.

“Esto confirma la importancia crítica de mantener el apoyo a los programas antirretrovirales como forma de asegurar los mejores resultados de salud a largo plazo para las personas que envejecen con el VIH”, comentó en la publicación científica.

Origen de la información

Los investigadores para realizar este estudio observacional, utilizaron datos longitudinales de entrevistas de referencia de 2015 (del 13 de noviembre de 2014 al 30 de noviembre de 2015) y las entrevistas de seguimiento longitudinal de 2018 (del 12 de octubre de 2018 al 7 de noviembre de 2019) del estudio poblacional Health and Aging in Africa: Longitudinal Study of an INDEPTH Community in South Africa (HAALSI) para estimar la esperanza de vida y la esperanza de vida sin discapacidad de adultos de 40 años o más en las zonas rurales de la región de África.

Entre los 4 mil 322 participantes elegibles del estudio HAALSI, los científicos encontraron una clara variación en la esperanza, según el estado serológico del VIH y la supresión viral.

Por ejemplo, a los 45 años de edad, la esperanza de vida de una mujer sin el VIH era de 33.2 años, en comparación con los 31.6 años de una mujer con el VIH suprimido, y 26.4 años para una mujer con el VIH no suprimido.

Mientras que la esperanza de vida de un hombre de 45 años sin el VIH era de 27.2 años en comparación con los 24.1 años de un hombre con el VIH suprimido viralmente, y 17.4 años para un hombre con el VIH no suprimido.

Los hombres y las mujeres con supresión viral podrían esperar vivir casi tantos años de vida como las personas no infectadas por el VIH a las edades de 45 y 65 años.

Estos resultados resaltan los tremendos beneficios de la terapia antirretroviral para la salud de la población en contextos de alta prevalencia del VIH y refuerzan la necesidad de continuar trabajando para hacer que la terapia antirretroviral sea accesible para todas las personas  que lo requieran, plantearon los investigadores.

Desde la introducción del primer fármaco de terapia antirretroviral para el tratamiento del VIH/sida hace 35 años, la esperanza de vida en el África subsahariana ha aumentado constantemente. Los medicamentos antirretrovirales están diseñados específicamente para ayudar al sistema inmunitario del individuo a combatir el VIH y, a su vez, suprimir la replicación del virus.

Sin embargo, no se conocen bien los efectos combinados del VIH y la terapia antirretroviral sobre la discapacidad y la longevidad saludable de las personas que padecen la enfermedad.

El desafío 95-95-95

El objetivo marcado por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (Onusida) para poner fin al síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) en 2030 trae consigo que para 2030 el 95% de las personas que vive con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) debe conocer su estatus, que el 95% que conoce su estatus de VIH debe recibir tratamiento antirretroviral y que de ese grupo personas el 95% haya logrado reducir su carga viral. 

Sin embargo, la realidad en Panamá dista del objetivo establecido —quedan ocho años para cumplirlo—, ya que las estimaciones oficiales indican que un 40% de las personas que vive con VIH no sabe que es portadora del virus, lo que a su vez impide que reciban tratamiento o tengan la posibilidad de una vida sana y productiva. 

Para recibir tratamiento oportunamente es importante que la población conozca su condición serológica mediante una prueba rápida.

Las personas interesadas en un diagnóstico oportuno pueden acudir a la instalación de Aids Healthcare Foundation (AHF Panamá) ubicadas en avenida Perú, edificio Business Point, donde se efectúan pruebas rápidas del VIH, con la debida pre y post consejería, de forma segura y gratuita, y toda la información suministrada por la persona es manejada de forma confidencial.

Fuentes:

https://www.thelancet.com/journals/lanhiv/article/PIIS2352-3018(22)00227-2/fulltext

https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S2352301822001989#!

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