En las diferentes regiones del mundo, muy pocas clínicas de atención de VIH tienen la capacidad de detectar trastornos mentales como depresión, ansiedad y estrés postraumático, registró una investigación de la Universidad de Carolina del Norte, Estados Unidos.
Si se va más allá y se buscan aquellas clínicas que tengan la capacidad tanto de detectar como de tratar esos trastornos, el porcentaje se reduce aún más. Esto a pesar de que estos tres padecimientos, junto con varios otros, son altamente frecuentes en personas que viven con el VIH.
La investigación, presentada en la 24ª Conferencia Internacional de Sida, celebrada en Montreal, Canadá, en agosto pasado, recopiló información de Asia, América Latina, el Caribe, África Subsahariana, América del Norte y Australia, según lo reportó el portal especializado Aidsmap.com.
Amplia muestra
Integrar la detección y el tratamiento de condiciones de salud mental en los servicios dirigidos al VIH mejoraría tanto la propia salud mental como los resultados del tratamiento contra el VIH, además de la calidad de vida. A pesar de esto, la disponibilidad de que estas condiciones sean detectadas todavía es muy escasa.
El estudio incluyó a 223 clínicas de tratamiento del VIH en 41 países, las cuales respondieron a una encuesta enviada por el equipo de investigación. El 67% de las clínicas estaban ubicadas en entornos urbanos, 50% atendían tanto a población adulta como infantil, 38% atendían solamente a adultos y 12% atendían únicamente a niños. Adicional a esto, la mayoría (78%) de las clínicas contempladas estaban localizadas en países de ingresos medio o bajo.
Diferencias entre regiones
Al analizar los datos de acuerdo con las regiones del mundo, los investigadores observaron que en América Latina y el Caribe el 63% de las clínicas de VIH estaban capacitadas para diagnosticar depresión, y sólo el 13% diagnosticaban ansiedad, pero no hubo ningún centro de salud de este tipo que realizara un tamizaje para trastorno de estrés postraumático (TEPT).
En el continente africano, la mitad (53%) de los sitios ubicados en la región occidental buscaban diagnosticar depresión y el 14% tamizaba en busca de TEP; ambas cifras fueron superiores que las otras regiones de África incluidas, pero sólo 7% de las clínicas podían detectar ansiedad.
África oriental, por su parte, tuvo un porcentaje mínimo de tamizaje en depresión, ansiedad y TEPT, con sólo 7%, 14% y 7% de clínicas, respectivamente.
Norteamérica, por su parte, rebasó por mucho a todas las otras regiones del mundo, con un tamizaje respectivo de depresión, ansiedad y TEPT de 93%, 24% y 28% de los sitios especializados que atienden el VIH.
Estudio de seguimiento
La doctora Angela Parcesepe, investigadora líder del estudio, explicó que ya se había realizado una encuesta similar en 2016-2017, donde se incluyeron 68 clínicas de 27 países de ingresos medios y bajos.
Al comparar los resultados de aquel análisis con los actuales (que datan de 2020) de las mismas 68 clínicas, los investigadores encontraron que el tamizaje de depresión y TEPT ahora estaba disponible en 31% y 24% de las clínicas que no lo tenían en la encuesta de 2016-2017. En contraste, el 15% y 12%, respectivamente, de las clínicas que ofrecían detección de depresión y TEPT en la primera encuesta ya no ofrecían más estos servicios en 2020.
El grupo de científicos también advirtió que una limitación de su estudio es que la disponibilidad de los servicios fue solamente reportada por los trabajadores de la salud de las clínicas, pero no fue posible verificar esos datos de manera independiente. Además, los datos de 2020 fueron recolectados antes de la emergencia por COVID-19, por lo que no reflejan la disminución de estos servicios a causa de la pandemia.
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