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Eliminar el VIH como epidemia no será posible mientras no se mantenga en la atención médica a personas como las que estuvieron privadas de su libertad, que al salir de prisión dejan el seguimiento. Esto porque el VIH requiere una atención de por vida y el tratamiento antirretroviral es fundamental para controlar el virus.

Hay que recordar que, cuando alguien que vive con VIH logra suprimir su carga viral, es decir, bajar a niveles indetectables el virus en su sangre, es imposible que lo transmita a otras personas por la vía sexual. Esto ayuda a detener el avance del VIH en una comunidad.

Retención en la atención médica

La importancia de retener en la atención a personas antes prisioneras u otras que viven en situaciones vulnerables fue discutida en el Congreso Global de la Sociedad Europea de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (ESCMID), en abril pasado.

Una investigación presentada en el evento detalló los esfuerzos realizados por las clínicas de atención del VIH en Chicago para localizar a personas previamente encarceladas que viven con VIH y que abandonaron la atención, para reconectarlas con los servicios de tratamiento. Así lo informó el portal de noticias científicas EurekAlert.

“La mayoría de las nuevas infecciones por VIH en Estados Unidos involucran a personas que viven con VIH que no están diagnosticadas o que están diagnosticadas pero no reciben atención médica”, dijo el autor principal del estudio, Maximo Brito, de la Universidad de Illinois en Chicago.

Grupos en situaciones vulnerables

El VIH y el encarcelamiento afectan desproporcionadamente a personas que ya están marginadas por la falta de hogar, el consumo de sustancias, los trastornos mentales y el estatus socioeconómico.

Estados Unidos tiene la tasa de encarcelamiento más alta del mundo (910 por cada 100,000 personas adultas), con una sexta parte de los 1.2 millones de personas del país que viven con VIH pasando por las cárceles cada año.

Las personas con VIH privadas de su libertad tienen un alto riesgo de perder la atención, es decir, dejar de asistir a las clínicas y tomar tratamiento, después de ser liberadas. Esto se debe a que, al volver a sus comunidades, enfrentan muchas barreras, como la pobreza, la mala salud mental, la falta de apoyo, el desempleo y la falta de vivienda.

Mantener la atención para eliminar el VIH

En este proyecto de implementación de mejor atención médica, personal de la Red de Clínicas Comunitarias de la Universidad de Illinois estimó cuántos de sus usuarios que viven con VIH realmente abandonaron la atención, quiénes eran y si podrían volver a involucrarse.

Se revisaron los registros médicos de todas las personas usuarias registradas en cinco clínicas para identificar a aquellas que habían sido diagnosticadas con VIH pero que no habían asistido a una visita de atención en los últimos 12 meses. Además, no estaban tomando terapia antirretroviral.

El personal hizo  grandes esfuerzos, incluyendo llamadas telefónicas, mensajes de correo electrónico y correo postal, visitas domiciliarias y búsquedas en Internet, para contactar a este grupo de personas.

Una vez localizadas, se les ofreció ayuda para volver a integrarse a los servicios de tratamiento y reiniciar la atención del VIH.

Población carcelaria, grupo clave

De las 491 personas que viven con VIH registradas en la red, 22% estaban fuera de la atención. Quienes abandonaron la atención provenían mayormente de poblaciones en vulnerabilidad: la mayoría eran hombres (89%) y negros (63%) o hispanos (19%). De estos, 23 se habían transferido a otras clínicas, habían sido reencarcelados o habían fallecido.

De los que estaban fuera de la atención, tres cuartas partes no pudieron ser contactados debido a un número de teléfono no válido, el 16% tenía un número de teléfono funcional pero no contestaron, y el 2% fueron contactados pero no quisieron regresar a la atención.

Esto dejó solo a cinco personas que fueron ubicadas con éxito. De ellos, un ex preso y uno de los cuatro hombres que nunca habían sido encarcelados regresaron a la atención. “Aunque los desafíos son numerosos, localizar a las personas que viven con VIH que abandonan la atención y volver a conectarlas con la atención médica es esencial para poner fin a la epidemia de VIH en Estados Unidos y en otros lugares”, dijo el profesor Brito.

Eliminar el VIH es una tarea global

La retención sigue siendo deficiente para muchos programas de VIH y se necesitan estrategias efectivas para retener y volver a involucrar a las personas que viven con VIH, afirmó el científico. Con esto, se podría aspirar a eliminar el VIH como una amenaza de salud pública.

Y agregó: “Las intervenciones que abordan las barreras para recibir atención van a redituar en aspectos como un mejor apoyo para la salud mental de las personas con VIH”.

Por ello, sostuvo, se necesitan recursos para optimizar la atención del VIH mientras las personas están en prisión y para vincularlas con la atención comunitaria cuando sean liberadas.

Recuerda que el VIH puede afectar más gravemente a personas que ya tenían condiciones vulnerables, pero eso no significa que el resto de las personas estén libres de riesgo. Si quieres contribuir a eliminar el VIH, conoce tu estatus de VIH. En AHF Panamá realizamos pruebas gratuitas, confidenciales y en minutos. Acércate a nuestras oficinas o escríbenos por Whatsapp y haz una cita ya.

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