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El momento en el que se recibe un diagnóstico positivo de VIH puede estar lleno de confusión. Pensamientos sobre el futuro, sobre las posibles consecuencias y sobre cómo será enfrentar la vida con la infección suelen saturar a quien se entera de una condición de salud como esta.

Con tantas ideas yendo y viniendo a gran velocidad, siempre es útil tener una guía que nos permita ir asimilando la nueva realidad un paso a la vez. Por eso, organizaciones civiles como el Grupo de Personas con Sida de Toronto han desarrollado materiales de apoyo que permiten a las personas recién diagnosticadas ordenar sus pensamientos y saber qué hacer.

Así, desarrollaron una lista de y No para quienes acaban de recibir un diagnóstico de VIH, que se podría resumir de esta forma:

SÍ: Pregunta siempre a tu equipo médico todas las dudas y preocupaciones que tengas sobre el VIH. Es mejor que entiendas bien tu condición para que tomes decisiones informadas acerca de tu propia salud.

SÍ: Practica el sexo más seguro (con condón) de forma que no transmitas ni adquieras otra infección de transmisión sexual, o el propio VIH, que podría reinfectarte con una cepa diferente de la que tienes.

NO: Entrar en pánico es, hasta cierto punto, una reacción frecuente, pero no tiene razón de ser. Hoy en día, los tratamientos antirretrovirales permitirán que vivas una vida larga y productiva. Estresarte puede empeorar tu situación.

SÍ: Permítete estar enojado, ya que esto es normal ante una situación que cambia tu vida. El objetivo es que, finalmente, la aceptación llegue, pero eso puede tomar algo de tiempo.

SÍ: Construir una red de apoyo es hoy más fácil de lo que era hace 20 o 30 años. Revelar tu estado serológico a un grupo de personas de confianza te ayudará a recordar que no tienes que vivir esto en soledad.

NO: Tener miedo de pedir ayuda sólo retrasará el que la obtengas. Ya sea el equipo médico, tus amigos o familia podrán ayudarte o conocen a alguien que lo hará.

SÍ: Hacerse cargo de su salud es algo por lo que siempre se han caracterizado las personas con VIH. De alguna forma, son muy participativas en lo que respecta a su propio tratamiento, quizá porque durante mucho tiempo tuvieron que luchar por su derecho a la salud.

NO: Ignorar otras condiciones de salud es un error. No asumas que debido al VIH “es normal” que haya otros problemas en tu cuerpo. Pon atención y dale validez a lo que sientes física y emocionalmente.

SÍ: Acude puntualmente a tus citas médicas. El monitoreo cercano es importante porque debe verificar que el tratamiento para el VIH está funcionando bien y que todo va mejorando.

SÍ: Socializa y diviértete. La vida social es un factor importante para la salud emocional de cualquier persona. Practica actividades que te hagan sentir bien y te relajen, así tu vida se mantendrá en un mejor equilibrio.

En resumen, es verdad que el VIH cambia tu vida, pero actualmente no tiene por qué ser una tragedia. Los tratamientos disponibles han convertido a esta infección en una condición crónica que requiere cuidados, pero que no termina con la vida de las personas.

Si vives con VIH y no has iniciado tu tratamiento o quieres retomarlo, en AHF Panamá podemos ayudarte. Acércate a nuestras oficinas o escríbenos por Whatsapp.