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La carga de enfermedades relacionadas con la edad es mayor en mujeres en comparación con hombres, especialmente entre aquellas que viven con VIH, según lo descubrió un estudio recientemente publicado en la revista científica JAMA Network Open.

El equipo realizó la investigación en Estados Unidos, donde descubrió que la carga de tener diez comorbilidades relacionadas con la edad fue significativamente más común en mujeres que en hombres, especialmente en aquellas con VIH. Los datos podrían ayudar a dirigir las evaluaciones de salud relacionadas con la edad, así como las intervenciones en personas con el VIH.

“Debido al éxito de la terapia antirretroviral, las personas con VIH viven más tiempo y experimentan cada vez más comorbilidades relacionadas con el envejecimiento”, dijo Lauren Collins, profesora de la Universidad Emory, en entrevista con el portal Healio, especializado en temas de salud. 

“Si bien se han observado diferencias de género en la experiencia del envejecimiento en la población general, las posibles diferencias entre mujeres y hombres que envejecen con VIH no han sido descritas del todo”, añadió.

Por ello, los investigadores llevaron a cabo un análisis transversal para conocer si el VIH estaba relacionado con la carga de comorbilidad relacionada con el envejecimiento de manera diferencial por sexo. Para ello, extrajeron datos de la cohorte de personas con y sin VIH más grande y prolongada de observación en los Estados Unidos (Estudio de Cohorte Combinada MACS/WIHS). 

Así, evaluaron la carga de comorbilidad no relacionada con el sida (NACM, por sus siglas en inglés) de cada participante, definida como el número total de NACM de un máximo posible de 10.

Carga desigual en hombres y mujeres

En las cohortes, se siguió a hombres y mujeres desde 2008 y 2009, respectivamente, hasta 2019. El análisis final incluyó a 5,929 participantes, de los cuales el 55% eran mujeres, con una edad promedio de 54 años.

En general, la carga media de comorbilidades fue mayor en mujeres que en hombres (3.4 frente a 3.2). En comparación con los hombres, las mujeres tenían una mayor prevalencia de comorbilidades en diabetes (24% frente a 17%), enfermedades óseas (42% frente a 19%) y enfermedades pulmonares (38% frente a 10%).

Sin embargo, tenían una menor prevalencia de otras condiciones, como hipertensión (75% frente a 68%), enfermedad psiquiátrica (58% frente a 55%), colesterol elevado (64% frente a 41%) y enfermedad del hígado (38% frente a 34%).

El equipo de investigación informó que la disparidad de género fue significativamente mayor en mujeres que en hombres entre las personas con VIH para todos los rangos de edad. Sin embargo, la carga de NACM en mujeres en comparación con hombres varió en diferentes categorías de edad entre personas sin VIH.

La doctora Collins reconoció que no es del todo sorprendente que las mujeres tuvieran una carga global más alta de comorbilidades. “Sin embargo, nos intrigó la distribución de comorbilidades que difieren por género y nuestros datos resaltan el papel importante que podrían desempeñar los determinantes sociales de la salud en las diferencias en la prevalencia y carga de comorbilidades en mujeres y hombres”, afirmó.

La Organización Mundial de la Salud define a los determinantes sociales de la salud como “las circunstancias en que las personas nacen, crecen, trabajan, viven y envejecen, incluido el conjunto más amplio de fuerzas y sistemas que influyen sobre las condiciones de la vida cotidiana”.

Planeación de mejores estrategias

Según los autores, los datos hallados en el estudio podrían allanar el camino para el desarrollo de herramientas y estrategias de detección y prevención de enfermedades relacionadas con el envejecimiento, adaptadas de manera adecuada, con el fin de aminorar los efectos de comorbilidad que pueden acumularse e ir aumentando a lo largo de la vida.

De acuerdo con Collins, los médicos de atención primaria “deben mantenerse vigilantes en cuanto a la detección y prevención de comorbilidades en personas con VIH y apreciar las diferencias de riesgo por género, así como las limitaciones en las herramientas actualmente disponibles para evaluar el riesgo de comorbilidad, que generalmente se centran en comorbilidades individuales (en lugar de multimorbilidad) y que no atienden a las diferencias entre las personas con VIH y las mujeres en particular”.

Recuerda que el tratamiento antirretroviral permite a las personas con VIH llevar una vida larga, y que para mantener su salud deben apegarse al tratamiento y a los seguimientos médicos que corresponden. Si tú aún no conoces tu estatus del VIH, te invitamos a realizarte una prueba gratuita en nuestras instalaciones de AHF Panamá. Es rápida, sencilla y confidencial. Solo acércate a nuestro centro o escríbenos por WhatsApp y haz tu cita ya.