Lamentablemente, ya recibiste el diagnóstico de una infección de transmisión sexual (ITS) que no tiene cura. Si se mantiene bajo control, probablemente no tengas que preocuparte en algún tiempo, pero ¿cómo puedes decírselo a esa nueva persona con la que estás saliendo?
Una nueva etapa
Vivir con una ITS puede ser abrumador al principio y podrías estar experimentando miedo, frustración o enojo. Pero una vez superado el primer shock, será momento de planear el futuro, es decir, la forma en la que se modificará tu interacción con alguna potencial pareja.
No importa si es una pareja ocasional o estable, el tema de las ITS estará esperando su turno para ser puesto en la mesa. Recuerda que infecciones como el virus del papiloma humano (VPH), el herpes simple, el virus de la hepatitis B y el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) se quedan en tu organismo por siempre, ya que no existe una cura para ellas.
Por ello, es importante familiarizarte con el tratamiento, si es que lo hay, o con los cuidados que debes tener en cada caso, y procurar que las manifestaciones de estos patógenos se den lo más esporádicamente posible.
Por otro lado, no es necesario que reveles tu estado de salud en la primera cita (a menos, claro, que esa cita vaya a ser la única), pero sí es importante que elijas un momento para hablarlo.
Algunos tips para abordar el tema
- Conoce más sobre tu padecimiento. Pregunta a tu doctor cómo se puede transmitir y cómo puedes evitarlo. Cuando estés en casa, busca más información sobre la ITS que tienes, pero procura indagar en fuentes confiables, como hospitales, universidades u organizaciones civiles dedicadas a la salud sexual.
- Habla del tema con anticipación. No esperes a estar a punto de tener relaciones sexuales para decirle a la otra persona que tienes una ITS; está de más decir que eso puede arruinar el momento. Ten una charla previa a cualquier contacto sexual y comenta con esa persona tu situación y también las opciones de protección sobre las que ya investigaste.
- Prepárate para la conversación. Puedes apoyarte en una lista de ideas que quieres abordar y consultarla en el momento. Por otro lado, toma en cuenta que no sabes cómo reaccionará la otra persona, por esto, elige un lugar del que puedas retirarte si la conversación se vuelve demasiado incómoda.
- Pon el tema en la mesa. Si no sabes por dónde empezar, una buena forma es expresando la razón que te llevó a compartir la información: te preocupas por el bienestar de la otra persona. Puedes decirle que quieres asegurarte de que ninguno de los dos corran riesgos porque tienes una ITS (recuerda que tener una infección de este tipo te hace más vulnerable a adquirir el VIH). También puedes preguntarle si él o ella tienen alguna ITS y decidir juntos la forma de evitar la transmisión.
- Prepárate para su posible reacción. Después de compartir esta información, hay dos posibilidades. Una es que la persona se muestre empática y siga la conversación para acordar formas de protegerse, las cuales principalmente son el uso del condón y de algunas otras barreras como cuadros de látex que se colocan cubriendo los genitales o el ano para manipularlos o practicar sexo oral. El segundo escenario posible es que esta persona se enoje, se altere o sienta mucho miedo; en ese caso probablemente te recrimine o simplemente te diga que no quiere tener sexo contigo. Esto puede suceder, sobre todo si esa potencial pareja sexual no es empática o si no tiene suficiente información sobre ITS, y no quiere escucharla de ti.
Finalmente, sea cual sea el resultado, sabrás que hiciste lo correcto al informar sobre una infección que puede transmitirse más allá de los límites del condón. Es más probable que te arrepientas de haber ocultado este dato que de haberlo compartido.
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