A casi 40 años del primer caso de VIH identificado en el mundo, la comunidad científica sigue tratando de crear una vacuna para la infección. Muchos ensayos se han realizado y aunque algunos han conseguido avance, todos han fracasado.
Sin embargo, la esperanza de encontrar una sustancia que pueda evitar la infección por VIH no decae, y por eso se esperan con gran expectativa los resultados de la última etapa de ensayos de una nueva vacuna, la primera que ha llegado hasta esa fase en los últimos diez años.
El prototipo fue desarrollado por la farmacéutica Janssen, en conjunto con la Red de Estudios de Vacunas para el VIH, que pertenece a los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos. Su mecanismo de acción es utilizar un virus de resfriado común, pero modificado genéticamente para ser inofensivo, y en él se agrega una combinación de proteínas presentes en el VIH para que el organismo pueda desarrollar anticuerpos contra este virus. Se trata de la misma tecnología que la misma empresa está probando para crear una vacuna contra el nuevo coronavirus.
Un factor importante es que esta vacuna debe ser capaz de generar inmunidad contra muchas cepas del VIH, pues uno de los mayores obstáculos para detener al VIH es su alta variabilidad, informó el periódico El Universo, de Ecuador.
Los resultados de las dos primeras fases de la investigación ya fueron publicados en la revista científica The Lancet, y ahora se lleva a cabo la fase 3, que es cuando un fármaco se prueba para ver si funciona en un escenario real. En este estudio, llamado Mosaico, la vacuna se probará en unos 3 mil 800 hombres que tienen sexo con hombres (HSH) y mujeres transgénero de ocho países: Argentina, Brasil, España, Estados Unidos, Italia, México, Perú y Polonia.
Para saber si este fármaco previene la infección por VIH, el estudio durará de 24 a 36 meses, por lo que los resultados estarán disponibles en 2023.
Un segundo ensayo se está llevando a cabo en el sur de África, en 2600 mujeres de 18 a 35 años de edad, pues en ese continente la mayor tasa de transmisión se da entre la población heterosexual. Este estudio está apenas en fase 2.
En los últimos 25 años, miles de voluntarios han formado parte de diversos estudios de vacunas contra el VIH, sin embargo, ninguno de los intentos consiguió un éxito de más allá del 30% en prevenir la infección.