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Como sabes, el VIH ataca el sistema inmunológico del cuerpo, dejándolo vulnerable a complicaciones graves, como infecciones o ciertos tipos de cáncer. Sin embargo, el virus también afecta al sistema nervioso central y puede causar una serie de complicaciones neurológicas, en especial si llega a progresar a la etapa de sida.

No obstante, hay que recordar que los medicamentos antirretrovirales, cuando se toman correctamente y de manera oportuna, ayudan a frenar la progresión del VIH, y también ayudan a disminuir el riesgo de progresión hacia el sida. 

A la vez, controlar el VIH también puede reducir tu riesgo de sufrir complicaciones neurológicas asociadas al VIH.

El VIH y el sistema nervioso

De acuerdo con la Escuela de Medicina Johns Hopkins, el VIH no parece tomar el control de las células del sistema nervioso, pero sí causa una inflamación significativa en el cuerpo. Esta inflamación puede dañar la médula espinal y el cerebro e impedir que tus células nerviosas funcionen como deberían.

Las complicaciones neurológicas pueden resultar no solo del daño causado por el propio virus, sino también de otros efectos secundarios del VIH y el sida, como los cánceres asociados. 

Algunos de los medicamentos utilizados para tratar el VIH también pueden causar complicaciones neurológicas mientras intentan controlar la rápida propagación del virus. Por otro lado, ciertos factores genéticos pueden influir en el riesgo de efectos secundarios neurológicos de los medicamentos antirretrovirales.

Con todo, las complicaciones neurológicas generalmente no se presentan hasta que el VIH está avanzado, típicamente cuando alguien ya presenta. En esta circunstancia, alrededor de la mitad de las personas con sida sufren de complicaciones neurológicas relacionadas con el VIH.

Algunos tipos de complicaciones

El VIH puede causar muchas condiciones diferentes que afectan el sistema nervioso. Entre ellas destacan:

  • Demencia. Cuando el VIH está muy avanzado, puede ocurrir la llamada demencia asociada al VIH o el complejo de demencia del sida. Estos trastornos afectan la función cognitiva, lo cual significa que puedes tener dificultades para pensar, entender y recordar. Por fortuna, este tipo de demencia puede prevenirse cuando se toman correctamente los medicamentos antirretrovirales.
  • Infecciones virales. El VIH puede aumentar tu riesgo de contraer varias infecciones virales que afectan el sistema nervioso. Por ejemplo, las infecciones por citomegalovirus pueden afectar negativamente la función cognitiva, el control de piernas y brazos y el control de la vejiga, la visión y la audición, y tu sistema respiratorio, causando problemas como neumonía.
  • Infecciones por hongos y parásitos. La meningitis criptocócica es causada por un hongo y produce una inflamación severa de la médula espinal y el cerebro. Un parásito puede causar una infección llamada encefalitis por toxoplasma, que a menudo provoca confusión, convulsiones y dolores de cabeza extremadamente dolorosos. Ambas infecciones pueden ser mortales.
  • Neuropatía. El VIH puede dañar los nervios en todo el cuerpo, lo que resulta en un dolor o debilidad significativos, conocidos como neuropatía. Este problema es más común en personas con VIH avanzado.
  • Mielopatía vacuolar. Esta condición ocurre cuando se desarrollan pequeños agujeros en las fibras de los nervios de la médula espinal. Causa dificultad para caminar, en especial conforme la condición empeora. Es común en personas con sida que no reciben tratamiento y también en niños con VIH.

A veces, la afectación de múltiples nervios o polineuropatía se debe a un grupo de medicamentos contra el VIH. En ese caso, se denomina neuropatía tóxica antirretroviral.

¿Cómo prevenir estas complicaciones?

Es importante que sigas todas las recomendaciones de tu equipo de atención médica, en especial tomar los medicamentos antirretrovirales al pie de la letra, ya que esto puede ayudar a controlar el VIH y evitar que progrese. Suprimir el virus a través de los medicamentos puede ayudar a prevenir el daño al cuerpo, incluido el daño al sistema nervioso y las complicaciones neurológicas.

Además, llevar un estilo de vida saludable puede ayudarte a controlar mejor el VIH y evitar la progresión al sida. La dieta adecuada y el ejercicio son también factores muy importantes en el manejo del VIH.

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