Iniciar el tratamiento de manera temprana en personas que viven con VIH podría fomentar el control a largo plazo del virus, incluso tras interrumpir la terapia. Esta afirmación proviene de un estudio experimental realizado por investigadores del Instituto Pasteur en París, y más colegas.
Es sabido que las personas con VIH requieren tratamiento antirretroviral de por vida para evitar la replicación del virus en su organismo. Sin embargo, algunas personas, denominadas controladores postratamiento, han logrado suspender los medicamentos, manteniendo una carga viral indetectable durante varios años.
El problema de los reservorios
La revista digital Biotech retoma un estudio publicado en Nature Communications, donde el equipo de investigación francés subraya la importancia de administrar un tratamiento que promueva la remisión del VIH lo más pronto posible. A pesar del éxito innegable del tratamiento antirretroviral, este no logra eliminar completamente los reservorios del VIH, lo cual constituye una barrera significativa para su erradicación.
Como consecuencia, la mayoría de las personas experimentan un rápido rebote viral al interrumpir el tratamiento. No obstante, en un pequeño grupo, el virus permanece suprimido durante periodos extensos tras la suspensión del tratamiento.
En este estudio se utilizó un modelo animal para identificar una ventana de oportunidad para la introducción de un tratamiento que favorezca la remisión del VIH.
Prueba de concepto
Se observó que iniciar el tratamiento cuatro semanas después de la infección facilita el control a largo plazo del virus tras la interrupción de dos años de terapia antirretroviral. Estos resultados resaltan la importancia de que las personas con VIH reciban un diagnóstico y tratamiento lo más temprano posible.
La investigación sobre la cohorte VISCONTI, compuesta por 30 personas controladoras postratamiento, proporciona evidencia del concepto de remisión a largo plazo para personas con VIH.
Estas personas recibieron tratamiento temprano que mantuvieron durante varios años. Al interrumpirlo, lograron controlar el virus durante periodos que en algunos casos superaron los 20 años. En 2013, el equipo del estudio VISCONTI sugirió que iniciar el tratamiento temprano podría promover el control del virus, aunque no estaba demostrado.
En este nuevo estudio, los científicos utilizaron un modelo de primates con infección por el virus de la inmunodeficiencia del simio (VIS), permitiéndoles controlar todos los parámetros con posible impacto en el desarrollo de respuestas inmunitarias y la progresión de la enfermedad.
Resultados reproducibles muestran que iniciar el tratamiento dentro de las cuatro semanas posteriores a la infección, como la mayoría de los participantes en VISCONTI, promueve el control viral tras la interrupción del tratamiento. Este efecto protector se pierde si el tratamiento se inicia apenas cinco meses después.
Mejor respuesta inmune
El equipo de investigación también demostró que el tratamiento temprano favorece el desarrollo de una respuesta inmune eficaz. Aunque las células T CD8+, desarrolladas en las primeras semanas después de la infección, tienen un potencial antiviral limitado, la introducción temprana de un tratamiento a largo plazo promueve el desarrollo de células T CD8+ de memoria, con un potencial antiviral más fuerte que puede controlar eficazmente el rebote viral tras la interrupción del tratamiento.
Estos resultados confirman la importancia de un diagnóstico y tratamiento temprano para personas con VIH. Roger Le Grand, coautor del estudio, destaca que iniciar el tratamiento seis meses después de la infección, según el estudio, resulta en una pérdida de eficacia.
Además, Asier Sáez-Cirión, coautor del estudio, afirma que “el tratamiento precoz tiene un doble efecto: individual, ya que el tratamiento precoz evita la diversificación del virus en el organismo y preserva y optimiza las respuestas inmunitarias frente al virus; y colectivo, ya que previene la posibilidad de que el virus se transmita a otras personas”.
Finalmente, los investigadores indican que estos resultados deben guiar el desarrollo de nuevas inmunoterapias dirigidas a las células inmunitarias implicadas en la remisión de la infección por VIH.
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