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Las mujeres que viven con el VIH experimentan diferentes afectaciones de salud que los hombres que también tienen la infección. Las hormonas juegan un papel crucial y es importante saber qué puedes esperar en tu salud sexual y reproductiva cuando has sido diagnosticada con el virus.

Aunque no se ha estudiado lo suficiente, algunas investigaciones han encontrado que las mujeres con VIH pueden experimentar más síntomas en la menopausia que aquellas sin VIH, señala el sitio web Aidsmap.com, un portal especializado en todo lo relacionado con este virus.

De este modo, la resequedad vaginal, la falta de interés en las relaciones sexuales, los sofocos o bochornos, la depresión y la ansiedad podrían aparecer cuando llega el fin de tus menstruaciones. Si experimentas alguno de estos síntomas, platica con el personal de salud que te atiende regularmente y exprésales tus inquietudes.

Cuidado con la osteoporosis

Uno de los problemas de salud a los que se exponen todas las mujeres a partir de la menopausia es la osteoporosis, es decir, la disminución de la densidad de los huesos, la cual los hace especialmente frágiles.

Sin embargo, parece ser que el propio VIH es un factor de riesgo de osteoporosis independiente de la menopausia, por lo que las mujeres que viven con VIH deben poner especial atención en su densidad ósea.

Un estudio reciente reveló que el vivir con VIH y la etapa de la menopausia en la que se encuentra una mujer son factores que se suman para provocar una baja densidad ósea. El equipo de investigación incluyó a 158 mujeres con VIH y 86 mujeres sin VIH, y comparó sus niveles de pérdida ósea entre grupos similares en edad, grupo étnico, índice de masa corporal, diabetes, insuficiencia renal y otras características.

Se midió la densidad ósea en diferentes áreas del esqueleto y se observó que las mujeres con VIH tuvieron entre 5 y 9% menos densidad ósea en la parte baja (lumbar) de la columna, el cuello del fémur y la cadera. Sin embargo, los casos de osteoporosis como tal (la forma más grave de pérdida ósea) no fueron muy frecuentes en ninguno de los dos grupos, aunque sí se registró un 5% de casos en mujeres con VIH frente a sólo 2% en aquellas sin VIH.

Los resultados de las mujeres con VIH no tenían que ver con su conteo de células de defensa (o CD4), con la carga viral (cantidad de virus circulante en la sangre), el tiempo de diagnóstico, enfermedades relacionadas con el sida ni tipo de tratamiento antirretroviral. Es decir, el solo hecho de tener VIH era la diferencia.

Si vives con VIH y crees que puedes estar llegando a la menopausia, o si ya estás en ella, puedes pedir a tu equipo médico que haga pruebas para comprobar la salud de tus huesos. Es tu derecho recibir una atención médica lo más completa posible.

¿Aún no te has hecho una prueba de VIH o si tienes dudas sobre cómo empezar tu tratamiento? En AHF Panamá podemos apoyarte. Escríbenos por Whatsapp y resolveremos tus dudas.

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