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Aunque las mujeres trans tienen el doble de riesgo de padecer violencia por parte de su pareja que el resto de la población, a veces no logran identificar el maltrato debido a que es una situación que han vivido durante toda su vida.

La violencia por parte de sus familias y de otros espacios como la escuela suelen llevar a que las mujeres trans toleren o acepten como normal el abuso dentro de una relación de pareja, según lo documentó una investigación realizada en Estados Unidos.

Factores que normalizan la violencia

De acuerdo con algunos estudios, las mujeres trans tienen hasta 66 veces más riesgo de adquirir el VIH que la población general. Esto, sumado a los altos índices de violencia en la pareja, llevó a los investigadores a indagar más a fondo, con el fin de crear herramientas que mejoren la situación para estas mujeres.

Para ello, formaron tres grupos focales en línea donde las participantes pudieron expresar sus perspectivas. Entre los factores que repercuten en que los niveles de violencia que experimentan está, en primer lugar, la exposición a la violencia durante su vida, la cual comienza con miembros de su familia. Esto las lleva a normalizar e incluso a esperar que haya violencia en sus relaciones de pareja.

Por otro lado, explica el sitio especializado en VIH Aidsmap.com, que retoma el estudio, se encuentra la dependencia emocional y financiera de sus parejas. Esta última situación está fuertemente ligada a la falta de oportunidades laborales en empleos tradicionales, por lo que muchas mujeres trans dependen del trabajo sexual o de sus relaciones de pareja para subsistir financieramente.

Historias de abuso

Las participantes en el grupo dijeron venir de una historia de violencia y abuso de los miembros de su familia, y que veían esto como una parte normal y esperada de ser una mujer trans. También afirmaron que sus expectativas sobre las relaciones de pareja se alineaban con los modelos abusivos que ellas atestiguaron o experimentaron en su niñez, lo que las llevaba a aceptar cierto nivel de violencia en sus relaciones.

Además, algunas participantes dijeron sentir miedo de revelarle su identidad trans a sus parejas, esperando que éstas reaccionaran con violencia verbal o física, algo que ya les había sucedido antes. Muchas refirieron que dada la violencia vivida de la familia y las parejas, y la propia normalización de la violencia por parte de ellas, no eran capaces de reconocer la violencia cuando les ocurría, podrían sentir que la merecían o la vieron como el precio que había que pagar por tener una relación de pareja.

Varias participantes dijeron que necesitan contar con más herramientas para saber cuándo están siendo abusadas de manera verbal, psicológica, sexual o física, y para saber cómo actuar ante ese abuso.

Violencia y el riesgo de VIH

Las mujeres trans consideraron que el alto riesgo de adquirir el VIH de sus parejas provenía de su voluntad de seguir con esa relación, aun si eso implicaba tener sexo sin protección, debido al miedo a perder a la pareja.

Para ellas, el deseo de ser amadas era más fuerte que el deseo de salir de esa relación abusiva o del riesgo de VIH. “Mi novio solía decirme que nadie más me iba a querer porque soy trans, y que él era el único con el que yo podía estar”, declaró una de las participantes.

Por otro lado, varias mujeres dijeron que necesitaban seguir en esa relación violenta porque era la única forma de tener comida, hogar y apoyo financiero. Esta dependencia de una pareja abusiva se ve potenciada por la falta de oportunidades de empleo y la discriminación que les impide, por ejemplo, acceder a una vivienda.

Las entrevistadas señalaron que todas estas vulnerabilidades y peligros que enfrentan, y que están directamente ligadas al hecho de ser mujeres trans, no son reconocidos por los servicios de salud ni de apoyo social, y desearían que estos servicios se enfocaran más en promover su seguridad.

Recomendaciones

El estudio concluye que las preguntas de rutina que se hacen sobre violencia de pareja podrían no estar abarcando las formas en que las mujeres trans viven esa violencia. Por ello, recomiendan que los servicios de salud y de apoyo social sean respetuosos del género para que las mujeres trans dejen de sentir desconfianza y discriminación cuando acuden a estos servicios.

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