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Es muy fácil hacer juicios desde fuera cuando alguien más tiene una relación sexual sin protección, poniéndose en riesgo de consecuencias indeseadas. No importa la edad, no importa tampoco la razón por la que no hubo un condón de por medio, el punto es que el contacto se dio y es posible que al día siguiente lleguen las preocupaciones.

¿Qué es la “píldora del día después”?

Al decir “píldora del día después”, se suele pensar en la que en realidad se llama píldora anticonceptiva de emergencia, un medicamento de libre venta con el que se puede evitar un embarazo al tomarlo dentro de las 72 horas posteriores a la relación sexual desprotegida. La eficacia de este método se ha ubicado alrededor del 88%, y es más efectiva cuanto más pronto se toma, aunque también se ha llegado a documentar cierto efecto aun cuando se tome hasta 5 días después de la relación sexual.

Solo para emergencias

El problema de este fármaco no ha sido tanto su eficacia (que en todo caso, es alta, pero no excelente), sino el uso que se le ha dado en la vida real. El solo hecho de llamarla “píldora del día siguiente” puede sugerir que es un “salvavidas” para compensar algún descuido y que puede utilizarse cuantas veces sea necesario. Por el contrario, reconocerla como una herramienta de emergencia podría poner en perspectiva lo delicado de su uso. Es decir, uno no va por ahí quebrando todos los cristales de extintores que dicen “rómpase en caso de emergencia”, sino que lo hace cuando hay un caso de verdadera necesidad.

Más aún, se ha estudiado que el uso frecuente de los anticonceptivos de emergencia puede alterar tanto el ciclo menstrual que su efectividad cae considerablemente, y lo que puede resultar de eso es exactamente lo contrario de lo que se quiere evitar.

También existe el PEP

Pero no es sólo uno el medicamento que se puede utilizar después de una relación sexual desprotegida, para evitar una consecuencia negativa. También existe un tratamiento capaz de impedir contraer la infección por VIH. Es conocido como Profilaxis Post Exposición (PEP, por sus siglas en inglés) y si bien no es tan práctico como una sola pastilla, sí es una medida a la que recurrir, también, en las 72 horas posteriores a la relación sexual.

Este esquema de tratamiento, que se toma durante un mes, no ha estado exento de polémica. Por ello, de ser usado sólo para el personal médico que accidentalmente había estado expuesto al VIH (por el pinchazo de una aguja contaminada, por ejemplo), pasó a ser proporcionado a víctimas de violación sexual. Con el paso del tiempo, y conforme se fue suavizando el estigma que lo calificaba como una “solución fácil”, comenzó a ser entregado a personas con prácticas sexuales de alto riesgo, como múltiples parejas sexuales o sexo bajo el influjo de drogas.

El esquema de PEP alcanza apenas un 80% de efectividad, pero considerando el cambio de vida que representa adquirir el VIH, suena muy prometedor.

Con todo, el objetivo de la educación sexual y los programas de sensibilización sería no tener que recurrir a ninguno de estos fármacos, pues ambos provocan, cuando menos, efectos secundarios molestos. Lo importante sería tener presentes los riesgos del sexo desprotegido y decidir lo que es mejor para cuidar la propia salud: usar condón.

En AHF Panamá podemos ayudarte, si estuviste en una situación de riesgo, puedes hacer tu cita aquí para pruebas de VIH gratis. También puedes escribirnos si tienes dudas o preguntas. 

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