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Las personas que viven con VIH y tienen enfermedad de hígado graso no alcohólico corren un mayor riesgo de consecuencias cardiovasculares graves, como el infarto de miocardio, la insuficiencia cardiaca y los accidentes cerebrovasculares, según un estudio realizado en personas con VIH en los Estados Unidos.

La enfermedad de hígado graso no alcohólico (EHGNA) es una condición causada por la acumulación de grasas en las células del hígado. Es bien sabido que el beber alcohol afecta de manera especial a ese órgano, por eso, en este problema de salud se especifica que la enfermedad no está relacionada con el alcohol.

La enfermedad del hígado graso (o esteatosis) es una consecuencia de trastornos metabólicos que incluyen altos niveles de lípidos (grasas en la sangre), diabetes tipo 2, sobrepeso y obesidad. El problema es más común en personas con VIH que en el resto de la población, ya que la inflamación causada por el VIH, la activación del sistema inmunológico y algunos medicamentos antirretrovirales pueden desempeñar un papel en el desarrollo de la enfermedad del hígado graso.

Riesgos para el corazón

Como lo explica el portal web Aidsmap.com, especializado en VIH, la EHGNA es un factor de riesgo para la enfermedad cardiovascular en la población general, aunque todavía no se comprenden del todo los mecanismos que llevan de la acumulación de grasa en el hígado a un mayor riesgo de infarto de miocardio y otros eventos cardiovasculares importantes.

La grasa en el hígado promueve la inflamación, la resistencia a la insulina (diabetes) y el metabolismo desordenado de las grasas. Algunos medicamentos antirretrovirales se han asociado con un mayor riesgo de EHGNA.

Para investigar la relación entre este problema y la enfermedad cardiovascular en personas con VIH, investigadores de Estados Unidos identificaron a todas las personas con VIH que recibieron atención entre 2008 y 2020 en 25 organizaciones de atención médica en ese país, a través de la base de datos de registros médicos electrónicos TriNetX.

Cada persona con EHGNA se emparejó con otra persona con VIH sin EHGNA, emparejándolas por edad, etnia, recuento de células inmunológicas (CD4), otras enfermedades, índice de masa corporal y tratamiento antirretroviral.

Los resultados

El estudio identificó a 4 mil 969 personas con EHGNA de una población de 371 mil 240 personas con VIH. Aquellas con EHGNA tenían una edad promedio de 42 años, el 60% eran hombres, el 55% eran de raza blanca, el 23% de raza negra, el 12% tenía diabetes tipo 2 y el 16% tenía hipertensión. Las personas con EHGNA fueron seguidas durante un promedio de 4.8 años.

Los investigadores compararon el riesgo de cuatro resultados cardiovasculares en personas con EHGNA y aquellas sin la enfermedad. Las personas con EHGNA tenían un mayor riesgo de infarto de miocardio, insuficiencia cardiaca, angina de pecho y cualquier evento cerebrovascular.

Los investigadores afirman que se necesitan más estudios para evaluar los tratamientos farmacológicos y las intervenciones de otro tipo que puedan reducir la prevalencia de la EHGNA y los riesgos cardiovasculares asociados con ella en personas con VIH. También se requiere una mayor conciencia sobre los riesgos cardiovasculares asociados con la EHGNA tanto entre el personal médico como entre las personas con VIH, así como el desarrollo de atención y prevención multidisciplinarias.

Recuerda que, aunque los tratamientos antirretrovirales son muy efectivos para controlar el VIH, esta condición de salud implica muchos y complejos riesgos para el organismo. Por eso, lo mejor es prevenir la infección con el uso del condón. Adicionalmente, si quieres hacerte una prueba de VIH gratuita, en AHF Panamá las tenemos para ti. Solo acércate a nuestras oficinas o escríbenos por WhatsApp y haz una cita hoy.

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