Una técnica genética que puede ser una alternativa a la inmunoterapia ha sido desarrollada por científicos de la Universidad de California. A diferencia de la inmunoterapia, este enfoque emplea campos eléctricos y tiene el potencial de tratar enfermedades autoinmunes, además de varios tipos de cáncer y el VIH.
Las terapias emergentes basadas en la modificación genética han suscitado un gran interés de la comunidad científica. Aunque la tecnología en sí no es nueva, el enfoque de la Universidad de California introduce una novedad al utilizar campos eléctricos como parte del proceso.
De acuerdo con lo reportado por Infobae, una de las ventajas de este enfoque es su capacidad para acelerar los resultados en comparación con la inmunoterapia. Sin embargo, es importante destacar que esta técnica es tan nueva que aún requiere investigaciones adicionales y pruebas para su validación.
Otra forma de editar los genes
En este nuevo enfoque, publicado en la revista especializada Nature Computational Science, en lugar de utilizar virus para realizarles modificaciones genéticas, se recurre a campos eléctricos. Estos campos eléctricos funcionan como guías precisas que dirigen las herramientas de edición genética hacia la ubicación adecuada en el ADN de una célula.
Al evitar la inserción aleatoria de genes se supera un desafío principal presente los procedimientos anteriores, además de que se reduce el riesgo de una infección excesiva de células T, un tipo de glóbulos blancos que combaten enfermedades.
Se anticipa que la aplicación de campos eléctricos desempeñará un papel importante en la creación de tratamientos para una amplia variedad de tipos de cáncer. La velocidad y precisión de este método tienen el potencial de transformar los protocolos de tratamiento de enfermedades graves.
Además, los resultados de la investigación sugieren que esta técnica podría ser eficaz en el tratamiento del VIH. Mediante la ingeniería genética para evitar que el virus penetre en las células, se podría prevenir el desarrollo del sida al proteger las células T. Esto representa una nueva perspectiva en la lucha contra esta enfermedad, según los autores del estudio.
Las herramientas evolucionan
El desarrollo de esta terapia genética se debe a los esfuerzos de Theo Roth, un estudiante de posgrado que desempeñó un papel fundamental en la identificación de la forma de emplear los campos eléctricos para alterar las células y volverlas permeables.
En cuanto a las herramientas de edición genética que ya existían, la llamada técnica CRISPR, conocidas como las “tijeras moleculares”, puede cortar el ADN en ubicaciones específicas y luego introducir nuevo material en esas áreas, lo que abre posibilidades para corregir mutaciones genéticas causantes de enfermedades congénitas.
La ventaja de CRISPR radica en su capacidad de llevar a cabo ediciones precisas en el código genético. Sin embargo, se ha suscitado preocupación en torno a esta técnica debido a la posibilidad de desencadenar efectos secundarios no deseados y mutaciones imprevistas en el ADN. Estos riesgos surgen porque la precisión de las “tijeras moleculares” de CRISPR es variable, lo que dificulta asegurar que las modificaciones genéticas sean completamente seguras y específicas. Por este motivo, los investigadores han estado explorando alternativas más seguras y efectivas para la terapia génica.
El horizonte de la terapia del VIH
El campo de la terapia génica para el VIH está en constante evolución, y se están investigando diversas estrategias para combatir el virus de manera eficaz. La utilización de campos eléctricos se presenta como una de las estrategias más prometedoras, junto con otras que están en desarrollo.
Algunos científicos están evaluando la posibilidad de modificar genéticamente las células T para hacerlas resistentes a la enfermedad. Esto podría proporcionar una defensa natural contra la infección y, aunque es un enfoque complejo, ofrece perspectivas emocionantes para el futuro. Otra estrategia en desarrollo implica la aplicación de terapias génicas para reactivar el sistema inmunológico, permitiendo que el cuerpo combata el virus de manera más efectiva.
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