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Panamá enfrenta desafíos significativos en la atención y conciencia sobre el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Un informe de la Defensoría del Pueblo, titulado Situación de los Derechos Humanos de Personas con VIH y las Poblaciones en más alto riesgo, arroja luz sobre la urgente necesidad de mejorar el acceso a tratamientos, proporcionar atención médica adecuada y difundir información esencial. 

El defensor del Pueblo, Eduardo Leblanc, quien presentó el documento, señaló la necesidad de concientizar sobre el VIH, especialmente entre la población más joven. Indicó que uno de los hallazgos más preocupantes es la falta de registros de estudiantes con VIH. 

Esta situación se debe a su condición de menores de edad, ya que no se les pueden realizar pruebas de detección, sin el consentimiento de un adulto responsable. Aunque se han realizado esfuerzos a través de los gabinetes psicopedagógicos del Ministerio de Educación (Meduca), para educar a los estudiantes sobre el VIH, el alcance es limitado en comparación con la vasta población estudiantil del país. 

En 2022, se logró sensibilizar a 23,258 estudiantes mediante los gabinetes psicopedagógicos del Meduca. Sin embargo, este año, solo 14,844 jóvenes han recibido información sobre el VIH. A pesar de estos esfuerzos, la cifra total de estudiantes sensibilizados, 38,102, sigue siendo baja en comparación con la población estudiantil total de 780,000. 

La falta de información y conciencia sobre el VIH entre los jóvenes es un problema que requiere atención inmediata. La ausencia de registros de estudiantes con VIH impide evaluar la magnitud del problema y tomar medidas efectivas. La concienciación y la educación sobre el VIH son esenciales para reducir el estigma y la discriminación, y garantizar que las personas con VIH reciban el apoyo y la atención que necesitan. 

De hecho, los datos de epidemiología del Ministerio de Salud (Minsa) muestran que en el 2022 se registraron en el país 1,873 nuevos casos de VIH, de los cuales 143 fueron en el rango de endad de entre 15 a 19 años. Estos números evidencian que el virus también afecta a la población joven del país. 

Un problema que se agravó 

Durante la presentación del informe, Leblanc destacó que la pandemia de COVID-19 ha agravado la situación para las personas con VIH en Panamá. Los esfuerzos de las autoridades de salud se dirigieron principalmente a la atención de la pandemia respiratoria, dejando a las personas con VIH sin los recursos esenciales, como insumos, atención y tratamientos. 

El informe detalla que, durante la pandemia, uno de los grupos más afectados fue el de las personas con VIH. Se reportaron muertes debido al abandono de la triple terapia, un tratamiento antirretroviral vital que reduce la mortalidad y morbilidad entre las personas infectadas por el VIH, mejorando su calidad de vida. 

Leblanc señaló que la deserción de pacientes de las clínicas de tratamiento de VIH es una preocupación significativa, especialmente en las provincias de Chiriquí y Colón. La discriminación y la falta de seguimiento por parte de las entidades de salud pueden ser factores clave en esta tendencia preocupante. 

Actualmente, se estima que más de 23,000 personas viven con VIH en Panamá. Sin embargo, las poblaciones más vulnerables incluyen a los hombres que tienen sexo con hombres, las mujeres trabajadoras sexuales y las personas trans.  No obstante, según cifras oficiales, Panamá cada vez se acerca más a una epidemia generalizada, es decir, que está pasando de afectar a grupos específicos de la población a la población general, incluyendo adolescentes y jóvenes.

El tratamiento antirretroviral para las personas que viven con VIH en Panamá lo reciben en las Clínicas de Tratamiento Antirretroviral. En el país, hay 24 clínicas distribuidas en todo el país, de las cuales 19 están bajo la administración del Ministerio de Salud (Minsa) y cinco de la Caja de Seguro Social.

Informes del Minsa destacan que al cierre del 2022, 19,001 personas que vive con el VIH reciben tratamiento en estas clínicas.

Los datos del Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre el VIH/sida (Onusida) de 2020 colocan a Panamá como el primer país de Centroamérica con mayor cantidad de nuevas infecciones de VIH, con un estimado de mil 800 casos, seguido muy de cerca por Costa Rica, con mil 700. 

El informe destaca la falta de actualización de las estadísticas en las instituciones públicas y aboga por la elaboración de información detallada que permita analizar y proponer estrategias para combatir la discriminación y el estigma. 

Entre las recomendaciones presentadas en el informe se encuentran el fortalecimiento de los servicios de atención sanitaria, incluyendo medicamentos y atención especializada para las personas con VIH. También se destaca la necesidad de enfocar acciones preventivas en los jóvenes, concientizar a los estudiantes sobre la enfermedad y crear un registro de la población estudiantil con VIH/SIDA o en riesgo. 

En resumen, el informe de la Defensoría del Pueblo subraya la urgente necesidad de superar los desafíos que enfrentan las personas con VIH en Panamá. La conciencia, la educación y la atención médica son elementos clave para garantizar que todas las personas, independientemente de su condición, reciban el apoyo necesario para llevar vidas saludables y plenas. En este llamado a la acción, se insta a las autoridades a adoptar medidas concretas para mejorar la situación y construir un Panamá más inclusivo y comprometido con la salud y los derechos de todos. Las personas interesadas en un diagnóstico oportuno pueden acudir a la instalación de AIDS Healthcare Foundation (AHF Panamá), ubicadas en la avenida Perú, edificio Business Point, donde se efectúan pruebas rápidas de VIH, con la debida pre y post consejería, de forma segura y gratuita, y toda la información es manejada de forma confidencial.

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