Una nueva solución inyectable, que se autoensambla para convertirse en gel bajo las condiciones adecuadas, podría ayudar a manejar el VIH de una manera diferente a cualquier método actualmente disponible.
Investigadores de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos, crearon un gel que puede liberar una dosis constante del medicamento lamivudina, un antirretroviral bien conocido, durante seis semanas.
Esto implica que las personas que viven con VIH podrían tener disponible un nuevo tipo de tratamiento que no requiere un esquema de pastillas diarias para controlar la infección, reportó el portal informativo de la universidad.
Tratamiento de por vida
“El principal desafío en el tratamiento del VIH es la necesidad de controlar el virus de por vida, y una forma de abordar esto es reducir la frecuencia de las dosis para ayudar a las personas a cumplir con los esquemas de tratamiento”, declaró Honggang Cui, ingeniero químico y biomolecular de la Universidad Johns Hopkins, quien lideró la investigación.
El trabajo fue publicado en la revista especializada Journal of the American Chemical Society y demostró que, en tubos de ensayo que simulaban las condiciones del plasma de la sangre, el gel se separa rápidamente en moléculas de lamivudina. Al inyectar el gel en ratones, el equipo descubrió que una sola inyección era suficiente para mantener concentraciones efectivas y duraderas del fármaco durante 42 días, con casi ningún efecto secundario.
“La sustancia antiviral se puede inyectar bajo la piel y permanecer en su lugar durante un periodo prolongado, liberando el medicamento de manera lenta y constante, una necesidad muy importante para las personas con VIH”, dijo Cui.
Para las personas que viven con VIH es fundamental mantener los niveles de fármacos en la sangre a concentraciones estables, que logren suprimir la cantidad de virus en el cuerpo. Hasta ahora, eso ha sido difícil porque el cuerpo se deshace naturalmente de estos productos químicos, señaló el investigador, por lo que, para funcionar como es debido, diferentes tratamientos requieren diferentes dosis y frecuencia de tomas.
Amplio potencial
El equipo de investigación planea seguir probando su trabajo con medicamentos que se usan en combinación con lamivudina, ya que la mayoría de los tratamientos contra el VIH implican una combinación de dos o más fármacos.
Dado que lamivudina también está aprobado para tratar la hepatitis B, los investigadores señalaron que el hidrogel también podría ayudar a manejar esta otra infección.
Esta molécula, de tipo polímero, es una forma novedosa de administrar los medicamentos contra el VIH y tiene la ventaja de que puede programarse para administrar varios fármacos diferentes a la vez, según lo explicó Charles W. Flexner, profesor de medicina, farmacología y ciencias moleculares en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, y coautor del estudio.
“Una de las desventajas de los tratamientos inyectables contra el VIH que existen es que ninguno tiene actividad contra el virus de la hepatitis B (VHB), que es una coinfección común con el VIH, especialmente en Asia y África”, mencionó Flexner. Esta formulación suministra lamivudina, pero también se puede modificar para administrar tenofovir, que es el tratamiento estándar actual para el VHB.
Siguientes pasos
A largo plazo, el equipo considera que su hidrogel podría funcionar como medida preventiva, similar a cómo las personas toman medicamentos contra el VIH para evitar la infección. “Mantener los altos niveles de medicamentos en el plasma durante 42 días es muy impresionante”, puntualizó Cui. “Pero en el futuro, esperamos que ese lapso sea aún más largo”.
Los hidrogeles tienen propiedades únicas de absorción de agua, por lo que su consistencia es parecida a la gelatina, similar a los tejidos del cuerpo. El nuevo gel se autoformula, permanece cerca del sitio de la inyección y se separa en moléculas que pueden combatir el virus sin necesidad de materiales de administración adicionales.
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