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El virus de inmunodeficiencia humana (VIH) se mantiene como uno de los principales problemas de salud pública en el mundo. La Organización Mundial de la Salud estima que desde que comenzó la pandemia lo han adquirido entre 80 a 84 millones de personas.

Pero la ciencia ha avanzado mucho y desde que apareció el VIH, a principios de la década de 1980, se han dado una serie de avances en el diagnóstico y tratamiento de la infección, lo que ha llevado a mejorar la calidad de vida de las personas viviendo con VIH, al punto de poder afirmar que cualquier persona que sea portadora del virus y que tome correctamente sus medicamentos, puede alcanzar la indetectabilidad, esto es, que el virus queda reducido a su mínima expresión, lo que evita que la persona pueda transmitirlo. Una persona que alcanza la indetectabilidad puede vivir una vida 100% plena.

¿Cómo pueden diagnosticar el VIH?

El diagnóstico del VIH se realiza mediante la detección de anticuerpos y antígenos contra el virus. En Panamá se utilizan pruebas que tienen alta sensibilidad y especificidad.

Si la prueba es positiva, se lleva a cabo una  confirmatoria y si se confirma, se cuantifica la cantidad de virus en la sangre mediante test molecular llamado carga viral, que permite posteriormente el monitoreo de la eficacia de las terapias. 

Hay varias pruebas rápidas, que permiten detectar la infección con una sola gota de sangre y dan un resultado inmediato, con rendimiento similar a la prueba realizada en laboratorio clínico, pero son más económicas y pueden hacerse fuera de laboratorios, por personal comunitario entrenado, lo que garantiza un mejor acceso de la población a la detección del virus. En Panamá,  las pruebas rápidas, en caso de ser positivas, deben ser necesariamente confirmadas por un laboratorista clínico.

¿Qué se sabe de las terapias? 

En el año 1995 se iniciaron las terapias antirretrovirales combinadas, con la llamada triple terapia, que consiste en la asociación de 3 drogas que inhiben la replicación del virus en distintos puntos de su ciclo biológico. Esta estrategia, mantiene el virus controlado evitando la destrucción de los linfocitos T CD4+, principal punto de ataque del VIH. 

Cuando comenzó a emplearse, la combinación de drogas era eficiente, pero luego causó efectos adversos importantes, tanto por mala tolerancia y toxicidad de las drogas como por la gran cantidad de pastillas que debía tomar el paciente, en esquemas de varias dosis al día. 

El desarrollo de nuevas drogas en los últimos 10 años y la combinación de 2 a 3 de esas drogas en 1 ó 2 comprimidos ha permitido tratar a los pacientes con esquemas simples, varios con solo una pastilla al día, con una excelente eficacia para suprimir al virus y al mismo tiempo con toxicidades bajas, lo que facilita una buena la adherencia al tratamiento. 

Actualmente, las personas con el VIH bajo tratamiento pueden hacer una vida normal, vigilando que el virus esté suprimido y que no haya complicaciones derivadas del tratamiento. Una persona con terapia y virus suprimido no transmite el virus e incluso puede mantener actividad sexual sin riesgo de infectar a su pareja. 

¿Por qué aún no se logra erradicar el VIH? 

Es una de las aspiraciones desde que se inició la pandemia y se han implementado múltiples estrategias para lograr este objetivo, sin éxito hasta ahora. 

El VIH, un virus que tiene una gran capacidad de mutación, además de contar con estructuras que evitan la actividad de anticuerpos contra su superficie. También se integra en el núcleo de las células que infecta, escondiéndose de la actividad del sistema inmune. 

No obstante, hay un reducido número de personas, que han sido sometidas a trasplantes de médula ósea por leucemia y linfomas, siendo al mismo tiempo portadores del VIH. El trasplante se ha realizado con células que presentan una mutación que impide al virus penetrar a ellas, con lo que se ha logrado en este reducido grupo la erradicación viral. 

El procedimiento de trasplante de médula ósea es complejo, caro y con riesgos vitales importantes, por lo que solo se puede aplicar cuando el objetivo es tratar el cáncer. Sin embargo, este modelo ha permitido entender los mecanismos sobre los que se debe actuar para lograr erradicar el virus y han sido punto de partida para muchas investigaciones en curso.

De hecho, por primera vez en la historia, una mujer logró en marzo pasado eliminar en definitiva el VIH de su cuerpo, del VIH, tras efectuársele un trasplante de células madre; hasta ahora, ella sería la cuarta persona en el mundo que se ha curado del virus. 

Los otros tres casos que lograron sanarse del VIH ocurrieron solo en pacientes hombres, ellos son apodados bajo los nombre de Berlín, Londres, Dusseldorf, y ahora la mujer tiene el sobrenombre de Nueva York, debido a que en dicha ciudad estadounidense se llevó a cabo el tratamiento médico, así lo indicó la revista científica Cell. 

¿Ha aumentado la esperanza de vida? 

La esperanza de vida para alguien bajo terapia antirretroviral, que toma sus medicamentos de forma disciplinada, y sin coinfecciones activas (hepatitis y tuberculosis), puede ser similar a la de una persona sin infección por VIH con iguales factores de riesgo. 

En ese sentido, el tratamiento antirretroviral, o conocido como TAR— impide que el VIH se reproduzca—.

Las personas interesadas en un diagnóstico de VIH oportuno pueden acudir a la instalación de AHF Panamá ubicada en avenida Perú, edificio Business Point, Ciudad de Panamá, donde se efectúan pruebas de VIH rápidas y GRATUITAS, con la debida pre y post consejería, de forma segura, libre de estigma y confidencial.  

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