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El verano está llegando a su fin y eso significa vuelta a le escuela para decenas de miles de jóvenes alrededor del mundo. Y no hay que olvidar que una importante cantidad de esos jóvenes viven con VIH o están en alto riesgo de adquirirlo.

Si tú eres parte de grupo y acabas de ser diagnosticado con el virus, aquí te ofrecemos una breve una guía de cómo enfrentar tu regreso a clases de la mejor manera posible.

La educación es tu derecho

Nadie tiene la facultad de prohibir o limitar tu educación a causa de tu estatus como persona con VIH, puesto que la educación es un derecho humano, esto es, una garantía que cualquier ser humano posee y que no se puede eliminar.

Entonces, debes saber que, en caso de que tengas que comunicar tu estatus de VIH (cosa que tampoco es obligatoria) a tu escuela, no puede generarse ninguna consecuencia negativa contra ti debida a tu diagnóstico.

Además, las escuelas deberían ser espacios seguros para niños, niñas y adolescentes, y uno de los aspectos de esa seguridad requiere de que no haya acoso y que se respeten las otras garantías de las personas.

El folleto “Prevención del VIH-sida en las escuelas”, emitido por el Centro Nacional para la Evaluación de la Educación Superior (CENEVAL) de México y otras instituciones, plantea las bases sobre las que se deben construir las relaciones entre personas con y sin VIH. Se trata de cuatro pilares:

  1. Políticas claras de salud escolar, especialmente acerca de la salud emocional, para lo cual se podrá hablar sobre la discriminación debida al VIH/sida.
  2. Un ambiente sano (en cuanto al a dinámica del grupo).
  3. Educación basada en habilidades para poder prevenir el VIH.
  4. Asesorías, tanto brindadas por las escuelas como otorgadas por las organizaciones estudiantiles

De esta forma, una educación eficaz de prevención del VIH/sida debería reflejarse en un efecto de reducción drástica en la incidencia de las infecciones de transmisión sexual”.

Tu estatus es confidencial

Si vives con VIH, no es necesario que informes a otras personas sobre tu estatus. Esto sólo se hará necesario si necesitas pedir permisos de ausencia para acudir a tus consultas médicas, pero aun así, estás en tu derecho de limitar la información que brindas acerca de tu salud.

De igual forma, el personal de tu escuela que esté al tanto de tu diagnóstico de VIH no tendría por qué divulgar la situación ni a tus compañeros ni al personal de la institución, a menos que sea de vital importancia.

En cuanto a la convivencia con tus compañeros de clase, recuerda que la dinámica cotidiana no implica ningún riesgo de transmisión en actividades como usar el mismo baño, compartir utensilios de comida o beber del mismo vaso.

Únicamente en el caso de un accidente (por ejemplo, un golpe no intencional mientras realizan actividad física) podrías verte en la necesidad de comunicar tu estatus, si es que hay sangre o heridas involucradas.

Es tu elección

Las nuevas generaciones se están mostrando más dispuestas a hablar abiertamente de sus historias como personas con VIH. Hace apenas unos, años era muy difícil que quienes tenían el virus aceptaran hablar de forma pública, pero las redes sociales han ido cambiando poco a poco ese panorama.

Esto significa que la razón por la que el estatus de VIH es confidencial no es porque haya que avergonzarse de él, sino que la carga de estigma con la que ha lidiado desde que apareció en el planeta lo hace, todavía, un tema difícil de tratar.

Pero si tú te sientes cómodo hablando al respecto, no dudes en comunicar tu diagnóstico a las personas que consideres que pueden tener tu confianza. Así, de alguna forma, te estarías convirtiendo en un vocero a favor de la prevención del VIH, y podrías guiar a otros chicos e impulsarlos a cuidar su salud.

Y si aún no sabes si vives con el virus o conoces a alguien que necesite hacerse una prueba de VIH gratis, no lo pienses más y acércate a los centros de pruebas de AHF Panamá, conoce nuestros servicios y cuida tu salud sexual como debe de ser.

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